Psicólogos: ¿qué personalidad tienen las personas que se comen las uñas? No es ansiedad
Este es un hábito que afecta al 20% y 30% de la población sin importar la edad, ¿usted lo padece?
Morderse las uñas se ha convertido en un hábito de las personas para gestionar su estrés. Sin embargo, se ha demostrado, por medio de varios estudios, que esta costumbre también se da por aburrimiento, hambre, frustración o por realizar actividades con dificultad.
El problema de este comportamiento es que puede generar consecuencias nuestra salud bucal, digestiva y malformación estética en las manos.
Paulo Daniel Acero, psicólogo especialista en trauma, resiliencia, vida y felicidad el proyecto Experiencia de Krisalia, explica a Caracol Radio las causas, personalidades y manejo a este comportamiento:
¿Qué significa cuando una persona se come las uñas?
Esto es una conducta que se puede suponer de una persona que tiene problemas de ansiedad. Sin embargo, los estudios y la investigación han demostrado que también se trata de personas con inseguridades, nerviosismos, ser compulsivo y tener estrés por distintos escenarios.
En algunos casos, según el especialista, se ha identificado que el comportamiento de comerse las uñas puede suponer una manera en que las personas evaden o escapan de situaciones impactantes en su vida.
Los diagnósticos de comerse las uñas son distintos en niños y adultos
Según el profesional, este comportamiento usualmente suele aparecer en la infancia, ya que los niños están aprendiendo a gestionar sus emociones y pueden también adaptar estas acciones tras haber visto a sus padres o alguna persona representativa hacerlo en repetidas ocasiones.
En el caso de los adultos puede convertirse en una conducta recurrente, pero es notable en algunos momentos de tensión y estrés, debido a que han adquirido patrones inadecuados para resolver los problemas.
“Cuando las personas viven un impacto de este nivel, la manera de gestionarlo es expresándolo, escribiéndolo, llorando y dibujando. En este caso, la manera de resolverlo es comiendo sus uñas”, asegura el especialista.
¿Por qué se crea este hábito?
Las personas suelen cohibir sus emociones y al no liberarlas empiezan a generar un peso emocional, en el cual su manera de gestionarlo es autoagrediéndose o por ver personas de su círculo también con este hábito.
“Esto puede presentarse ocasionalmente y no tratarse de un problema psicológico o emocional. Si no un hábito mal generado en el cual resuelven su dificultad”, asegura Acero.
Cómo se puede tratar esta conducta
Desde la psicología se ha encontrado que los comportamientos autolesivos o que tienen de trasfondo el estrés o la ansiedad, responden muy bien a tratamientos de relajación, mindfulness y EMDR.
- El mindfulness es un tratamiento que usa técnicas de relajación y meditación para observar los pensamientos, emociones y sensaciones sin necesidad de aferrarse a ellos y trabajar en el presente de la persona.
- El EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), es una nueva técnica de la psicología conocida como tratamiento de movimiento ocular de los ojos, que se usa para realizar una desensibilización y trabajar traumas o eventos traumáticos del paciente.
Diferencias entre el nerviosismo, inseguridades, ansiedad y estrés
El nerviosismo y las inseguridades son inquietudes superficiales, pasajeras muy cortas en el tiempo, estas corresponden a situaciones que hace sentir incomoda a la persona.
Cuando se habla de estrés y ansiedad se habla de una afectación a la estabilidad emocional. La ansiedad se da como una respuesta de la persona al futuro, a preocuparse por algo que pueda venir, que lo pueda hacer sentir incómodo.
Cuando la ansiedad no se trata a tiempo, se convierte en un transporto que puede ser generalizado y que lleva a que la persona a encerrarse, crear fobias o tener ataques de pánico.
El estrés actualmente se trata como un trastorno y es una elevación máxima que pone en alerta todos los sentidos.
Si el estrés se mantiene continuamente, la persona tendrá afecciones somáticas que pueden incurrir a reacciones, eventos repetitivos, taquicardias y sudoraciones que necesitan apoyo profesional de medicación.