¿Podrían los hongos evolucionar y controlar a los humanos? IA responde la duda científica

Los hongos hacen parte de uno de los reinos más ocultos y particulares del planeta. Durante muchos años, estos seres vivos fueron clasificados como plantas, sin embargo, los científicos más tardes descubrieron que estos tenían una relación más estrecha con los animales, pero con formas de vidas separadas y únicas, razón por la que fueron ubicados en un reino propio.

Así lo explica un artículo de la Universidad Estatal de Utah, en el cual se señala que este reino es realmente oculto porque la parte que se ve del hongo solo es el fruto del organismo, el resto de su cuerpo (llamado micelio) es una red de filamentos que están ocultos en suelo, en la madera u en otras fuentes de alimentos.

Aunque las capacidades que tienen estos seres vivos sigue siendo un tema de investigación, en las últimas décadas hubo un descubrimiento sobre los hongos que inquietó a muchas personas. Se trata de su capacidad para controlar a otros seres vivos.

Esta práctica de los hongos ha despertado la curiosidad e imaginación de muchos, tanto así que hay una famosa serie que relata esta misma situación con humanos. Pero, ¿realmente es posible que los hongos lleguen en algún momento a controlar a los humanos como lo hacen con algunos insectos? Consultamos con la inteligencia artificial (IA) y este fue su respuesta.

¿Los hongos podrían evolucionar y controlar a los humanos?

En esta ocasión, se consultó con dos herramientas de IA: Gemini y ChatGPT. Estos chatbots, que basan sus respuestas en una gran base de información recolectada de internet, señalan que la idea de que los hongos puedan evolucionar hasta el punto de controlar a los humanos es, al menos hasta ahora, ficticia, especulativa y se basa en exageraciones de los procesos biológicos.

Como se mencionó anteriormente, hay hongos que sí pueden controlar en este momento a otros seres vivos. Uno de los ejemplos más citados es el del hongo Ophiocordyceps unilateralis, el cual es capaz de infectar a una cierta especie de hormigas y alterar su comportamiento.

Un artículo de National Geographic señala que investigaciones anteriores han sugerido que el hongo afecta a la hormiga a través de esporas (un tipo de células que producen los hongos) que se adhieren y penetran en el exoesqueleto del insecto para luego ir asumiendo su comportamiento.

“A medida que avanza la infección, la hormiga cautiva se ve obligada a abandonar su nido en busca de un microclima más húmedo que favorezca el crecimiento del hongo. La hormiga se ve obligada a descender a un punto estratégico a unos 25 centímetros del suelo, hundir sus mandíbulas en una vena de una hoja del lado norte de una planta y esperar a que muera”, explica el artículo.

Razones por las que esto no podría ocurrir con humanos

Aunque este fenómeno es increíble y, en cierta medida, algo perturbados, la IA señala que no hay evidencia científica que de alguna pista de que algo similar podría suceder con los humanos. Los principales factores que dificultarían este control fungi sobre los humanos, según la IA, son:

• El ser humano tiene un complejo sistema nervioso: solo el cerebro humano es un órgano extremadamente complejo, que cuenta con miles de millones de neuronas interconectadas. De esta forma, se argumenta que controlar este sistema de manera precisa sería un enorme desafío evolutivo inmenso para cualquier organismo.
• El gran sistema inmunológico humano: el sistema inmunológico del ser humano está constantemente alerta ante patógenos, lo que lo hace capaz de reconocer y combatir infecciones fúngicas. Para que un hongo lograse controlar a un humano, tendría que encontrar la manera de evadir todo el sistema de defensa.
• Las barreras físicas: además del sistema nervioso e inmunológico, los seres humanos tienen piel y las mucosas a su ventaja, pues estas son barreras físicas que protegen el cuerpo de la entrada de microorganismos. Para hacer la infección, el hongo debería superar y penetrar esas barreras y solo así establecer una infección.

Es decir, con las investigaciones que se han hecho hasta el momento, no se ha encontrado ninguna prueba o señal que permita imaginar la posibilidad de que los hongos lleguen en un futuro a controlar a los humanos.