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¿Es bueno o malo orinar muchas veces al día? Efectos en el cuerpo, según expertos

¡Atento! Debe estar alerta ante la aparición de otros síntomas que acompañen tanto la micción frecuente como la retención de orina.

Médico dando un diagnóstico junto a una persona que tiene dolor (Fotos vía Getty Images)

La micción frecuente, también conocida como poliuria, es la necesidad de orinar con mayor frecuencia de lo habitual. Esto puede ser causado por una variedad de factores y es importante prestar atención a la micción frecuente, especialmente si va acompañada de otros síntomas que pueden ser el reflejo de un problema grave de salud.

Posibles causas

De acuerdo con la red de hospitales e instalaciones médicas ‘Valleywise Health’ estas serían algunas de las causas de la micción frecuente:

  • Cálculos en la vejiga o riñones.
  • Incontinencia.
  • Tumor o masa en la pelvis.
  • Infección urinaria.
  • Alimentos y bebidas que actúan como diuréticos.
  • Infección de transmisión sexual.
  • Diverticulitis de colón.
  • Cáncer de vejiga.
  • Cistitis intersticial.
  • Ansiedad.
  • Diabetes.
  • Estreñimiento.
  • Efecto secundario de un medicamento.
  • Obesidad.
  • Próstata agrandada.

Por otro lado, el urólogo Juan Pablo Burgués, ha explicado para el portal ‘Quirón Salud’, que esto no es normal y que es importante que las personas tengan en cuenta los siguientes factores al orinar:

  • Al orinar debe poder hacerlo rápidamente y sin dificultad para iniciar la micción.
  • Tener un chorro fuerte y continuo, sin interrupción ni dolor.
  • Al finalizar no debe haber ningún goteo excesivo.
  • Al finalizar tampoco puede quedar una sensación de querer volver a orinar.
  • La persona debe ser capaz de aguantar al menos 2 o 3 horas hasta la próxima vez que vaya al baño a orinar.

Síntomas de micción frecuente

Puede haber diversos síntomas que acompañen la micción, y según el portal ‘Medical News Today’, son:

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  • Fiebre o escalofríos.
  • Dolor de espalda bajo o a los costados.
  • Orina con sangre o de color inusual.
  • Dolor o molestia al orinar.
  • Aumento de apetito o sed.
  • Náusea o vómito.

Asimismo, si este problema comienza a afectar las rutinas o ciclos de sueños, es recomendable acudir inmediatamente con un médico para tener una valoración más precisa y descartar otros problemas.

Diagnóstico

De acuerdo con el portal anterior, es muy probable que quien examine a un paciente con micción frecuente pregunte algunas cosas relacionadas con el consumo de medicamentos actual, el color de la orina, cuánto alcohol y cafeína se consume, cuándo comenzó el problema, la frecuencia y otros detalles.

Asimismo, agregan que ante este problema deben solicitarse algunos exámenes como:

  • Análisis de orina.
  • Ultrasonido, para revisar los riñones.
  • Radiografía del abdomen o pelvis.
  • Pruebas neurológicas para detectar trastornos nerviosos.
  • Prueba de Infección de Transmisión Sexual.
  • Prueba urodinámica.

Otros problemas urinarios

Por el contrario, puede ocurrir que una persona también sufra de retención urinaria, es decir, un bloqueo que impide manera parcial o completa el flujo de orina de la vejiga o la uretra. Lo cual, según un artículo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), puede ocasionarse a raíz de:

  • Prolapso de los órganos pélvicos.
  • Cálculos en las vías urinarias.
  • Músculos tensos del piso pélvico.
  • Infección en las vías urinarias.

Asimismo, es necesario prestar atención ante cualquier cambio en la orina, tenga en cuenta que el problema de la retención de orina puede convertirse en un problema crónico y deteriorar significativamente su salud.