Estado Islámico se reivindica el atentado en una mezquita de Irán
Una serie de explosiones cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, quien estaba siendo conmemorado por su fallecimiento en 2020, ha dejado por el momento 84 muertos y 284 heridos de gravedad.
Bagdad
El Estado Islámico se ha atribuido el atentado que dejó más de 80 personas muertas en Irán por una serie de atentados en contra de una multitud que conmemoraba al general Qasem Soleimani, quien murió hace cuatro años.
El total exacto de muertos es de 84 a la espera de oficializar otros más, al igual que el presidente Ebrahim Raisi, declaró como un “atentado odioso”, la serie de explosiones el día de ayer, de las 4:30 de la tarde hora de Teherán (7:30 de la mañana en Colombia). El número de heridos por el momento es de 284, aunque 220 en estado crítico.
A través de su canal de Telegram, el movimiento Dáesh, explicó que se dirigieron a una concentración para así detonar un cinturón de explosivos resguardados en una bolsa negra. A su vez manifestaron que Europa y cualquier ciudadano judío, debe recibir todo tipo de represalia por la ofensiva que se vive en la Franja de Gaza.
Si bien se reportó el estallido de dos bombas, cada una con diez minutos de diferencia, las autoridades sospechan que hubo otras dos de corto alcance cerca de la mezquita Saheb al Zaman, en la ciudad de Kermán, donde se encuentra la tumba del general Soleimani, esto en el sur del país persa.
Irán ha declarado este 4 de enero día de luto nacional, sumado a la ceremonia de conmemoración del general Soleimani. Las primeras imágenes mostraron a la multitud tratando de huir del lugar, mientras las autoridades policiales acordonan la zona junto con la llegada de ambulancias y socorristas.
El general Qasem Soleimani, quien fuera asesinado a los 62 años en 2020, por un ataque realizado por un avión no tripulado de origen estadounidense a las afueras del Aeropuerto Internacional Sadam de Bagdad; era considerado para el común de la población iraní como un ‘héroe’, incluso el ayatolá Ali Jamenei una vez lo declaró como “mártir viviente” por sus logros en la agenda político-militar de Irán en Afganistán, Yemen, Siria e Irak, estos dos últimos, donde logró derrotar varias células del Estado Islámico. Arabia Saudita, Estados Unidos e Israel, lo consideraron por mucho tiempo como enemigo jurado.