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¿Los pecados capitales son los mismos pecados mortales? Explicación de la Biblia

Estos conceptos morales cristianos pueden ayudar a las personas a comprender las tendencias pecaminosas que existen.

Persona leyendo la Biblia // Getty Images / krisanapong detraphiphat

Los pecados son una parte fundamental de la experiencia humana, la religión considera que todos los seres humanos cometen pecados por acción, omisión o pensamiento y estos son actos que se consideran violan la ley de Dios o la ley moral.

La Biblia enseña sobre los vicios y pecados que pueden alejar a los seres humanos de Dios. Por ejemplo, el profeta Isaías escribió: “si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, como la lana serán emblanquecidos”, (Isaías 1:18).

Lo que quiere decir que Dios puede perdonar los pecados de los seres humanos que se arrepienten. Sin embargo, los pecados que no son perdonados pueden llevar a la condenación eterna.

Frente a las creencias y la devoción de cada individuo, nacen dudas para poder interpretar lo que dice la Biblia, una de las más comunes es si los pecados capitales son los mismos que los mortales, por eso le explicamos, teniendo en cuenta lo descrito por el libro sagrado y blogs especializados en temas religiosos.

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¿Los pecados capitales son los mismos pecados mortales?

La respuesta directa es no. Los pecados capitales son un concepto moral cristiano que describe siete vicios o deseos que pueden conducir a otros pecados; mientras que los pecados mortales, son tan graves que pueden separar a una persona de la gracia de Dios si no se arrepiente de ellos, según la información del portal católico ‘Catholic’.

Estos son los 7 pecados capitales:

  • Soberbia: orgullo o arrogancia excesivos.
  • Avaricia: deseo excesivo de riquezas o posesiones.
  • Gula: apetito excesivo por la comida, la bebida o el placer.
  • Lujuria: deseo sexual desordenado.
  • Pereza: renuencia a trabajar o esforzarse.
  • Envidia: deseo de lo que otros tienen.
  • Ira: ira o resentimiento intensos.

Estos pecados se consideran que son el origen de otros pecados. Por ejemplo, la lujuria puede conducir a la promiscuidad o la avaricia puede conducir al robo.

Los pecados mortales

Los pecados mortales son pecados que cumplen con los siguientes criterios, según ‘Catholic’.

  • Materia grave: el pecado debe ser algo intrínsecamente malo, como el asesinato, el adulterio o la blasfemia.
  • Plena advertencia: la persona debe ser consciente de que el acto es malo.
  • Pleno consentimiento: la persona debe consentir libremente en el acto.

Cometer algunos de estos pecados significaría separarse de la gracia de Dios y corre el riesgo de la condenación eterna. Sin embargo, la Iglesia Católica enseña que todos los pecados, incluso los mortales, pueden ser perdonados a través del sacramento de la penitencia.

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La Biblia no utiliza el término “pecados capitales” específicamente, pero sí enseña sobre los vicios y pecados que pueden alejar a los seres humanos de Dios. Por ejemplo, el apóstol Pablo escribió: “porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y éstos se oponen el uno al otro, para que no hagáis lo que queréis”, (Gálatas 5:17).

Este pasaje describe la lucha entre el bien y el mal que se produce en el corazón humano. Los vicios como la lujuria, gula y la avaricia, son manifestaciones de la carne, que es la naturaleza pecaminosa del ser humano. El Espíritu Santo, por otro lado, inspira a los seres humanos a vivir una vida moralmente recta.