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FMI aumenta pronóstico de crecimiento global, pero reconoce debilidad económica mundial

Pese a que el pronóstico de crecimiento en 2023 mejoró del 2,8% al 3,0%, el Fondo Monetario Internacional estima que la previsión sigue siendo débil y que la economía mundial no está fuera de peligro.

Cambio de dólares estadounidenses a pesos colombianos. Foto: Getty

El Fondo Monetario Internacional actualizó sus estimaciones del crecimiento mundial para el 2023 teniendo en cuenta la recuperación de la actividad financiera mundial durante los primeros meses del año, la mejoría en la reducción de la inflación y la relajación en las tensiones que tenía el sector bancario.

Inicialmente, en abril, se determinó que el crecimiento en 2023 sería de aproximadamente 2,8% y que en 2024 sería del 3%. En esta actualización se prevé que en 2023 el crecimiento sea del 3% (un 0,2% de aumento) y que 2024 también será del 3%. Aunque se destaca que es un aumento, se reconoce que es una variación pequeña.

Para el Fondo Monetario Internacional, estas previsiones de crecimiento para 2023 y 2024 siguen siendo débiles teniendo en cuenta que el promedio de crecimiento entre el año 2000 y el 2019 fue del 3,8% por cuenta de la estabilidad de diferentes sectores y la capacidad de distintas naciones de mantener la inflación a raya.

El economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas dijo a la agencia Reuters que, si bien la economía mundial va por buen camino, “no estamos fuera de peligro” teniendo en cuenta retos persistentes como la inflación, el envejecimiento de la población mundial y la fluctuación en las monedas como el dólar, cuyo fortalecimiento perjudicó economías emergentes.

Algunas de las potencias que han reconocido estos problemas financieros son China y Rusia. Desde hace un mes, China había comenzado su recuperación financiera, sin embargo, las tensiones inmobiliarias por la caída en ventas y la suspensión en pago de deudas, ponen en riesgo la recuperación de este sector clave para las finanzas chinas.

En Rusia, la moneda nacional, el rublo, sigue cayendo. Ahora un rublo vale menos que un centavo de dólar estadounidense, lo que podría resultar en un sobrecosto en la importación de materias primas, productos y tecnologías, por esto el Banco Central de Rusia aumentó en 3,5 puntos (hasta el 12%) las tasas de interés, buscando estabilizar los precios y frenar la depreciación de la moneda.