Recientemente, se hizo viral un video en redes sociales, en el que se pueden evidenciar un grupo de orcas tratando de derribar un barco en los mares de Gibraltar, el cual es un territorio británico de ultramar ubicado entre España y marruecos.

Esto, aunque suena un poco descabellado, está causando un poco de temor en la población de la zona, puesto que en tan solo un mes, se han registrado aproximadamente 27 accidentes marítimos, a causa de estas orcas. En muchos de estos se registraron perforaciones en los cascos de los botes, timones rotos y marcas de dientes en el acero de los mismos.

La hipótesis que se planeta, respecto a esto, es que una de ellas es la que le está enseñando a las demás cómo embestir embarcaciones para posteriormente derribarlas. El nombre que se le puso fue Gladis o ‘White Gladis’ y se cree que esta conducta se debe a un trauma que tuvo, ya sea por haber chocado con un bote o por haber quedado atrapada en alguna pesca ilegal.

Sin embargo, este tema ya está volviéndose cada vez más viral y los pescadores o personas que conducen los barcos por estas aguas tienen miedo de toparse con este grupo de orcas que no tienen piedad con ningún tipo de embarcación.

Modus operandi de Gladis y sus compañeras

Según un estudio publicado en la revista científica, especializada en biología marina, Marine Mammal Science, en 2020, aseguró que a partir de esa fecha los ataques de grupos de orcas aumentaron en esta zona y hasta el día de hoy se han vuelto más frecuentes.

Por otro lado, un informe publicado por Live Science, las embarcaciones preferidas por estas orcas, usualmente son los veleros o barcos de vela. El modo en el que asaltan a los barcos es que un grupo primero se acerca hasta la popa para golpear el timón, debilitando la movilidad del mismo y luego dejan de golpearlo hasta que este se detiene.

Diferentes investigaciones aseguran que estos animales marítimos suelen ser bastante juguetones e inquietos con los objetos o demás especies que se mueven en la superficie del agua y por puro capricho suelen “molestarlas”. Además, hay que recordar que cuando ellas cazan juegan con su presa antes de acorralarla y comerla.

No obstante, no se descarta la hipótesis en la que se desarrolló algún tipo de trauma en Gladis y esta sería la razón por la que no le gustan los barcos que navegan por sus aguas.