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ChatGPT superará la inteligencia humana en menos de 10 años, dicen sus creadores

Tres de los cofundadores de OpenIA consideran que en poco tiempo podrá ser tan productiva como las grandes compañías actuales

Concepto de Inteligencia Artificial / Getty Images / Dilok Klaisataporn

En días pasados, los creadores de ChatGPT publicaron un fuerte artículo en el que advirtieron que en los próximos 10 años los sistemas de inteligencia artificial podrían superar ampliamente a los expertos humanos de las diferentes áreas del conocimiento.

Así las cosas, Sam Altman, Greg Brockman, Ilya Sutskever, tres de los cofundadores de la compañía OpenIA, consideraron que será más poderosa que otras tecnologías a las que la humanidad ha tenido que enfrentarse en el pasado y esto supone un riesgo existencial para la civilización. Sin embargo, sí hicieron un llamado a las autoridades para ver cómo se va a administrar y evitar así que la situación se salga de control.

“Tenemos que gestionar el riesgo existencial que supone su implementación, no podemos limitarnos a reaccionar. Nosotros debemos mitigar los riesgos de la actual tecnología de IA, pero la súper inteligencia requerirá un tratamiento y una coordinación especial”, aseguraron desde OpenIA.

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¿Estamos a tiempo?

De acuerdo con los expertos de ChatGPT, se sugiere que la única manera de desarrollar esta tecnología de manera segura sería mediante un régimen de vigilancia global. A pesar de esto, no es seguro que vaya a funcionar y por eso se reclama una sólida supervisión pública.

“Creemos que los ciudadanos de todo el mundo deberían decidir democráticamente los límites y los valores por defecto de los sistemas de IA”, escriben.

¿Cómo evitar el riesgo aún peor?

Los mismos creadores de OpenIA consideraron tres opciones para contrarrestar los efectos de la inteligencia artificial. En primer lugar, lograr un desarrollo coordinador de dicha tecnología que permita su adecuada integración en la sociedad, manteniendo límites básicos de seguridad.

Para lograr esto, los principales gobierno del mundo deberían participar en estos desarrollos, y sumado a esto, un acuerdo colectivo vigilado por una organización de carácter independiente que controle anualmente los avances tecnológicos.

Otro punto, sería la creación de un organismo con poder similar al Organismo Internacional de Energía Atómica, el cual se encargaría de supervisar esta súper tecnología. Así las cosas, si un determinado proyecto supera un umbral definido deberá ser sometido a una auditoría internacional para inspeccionar que exista un riesgo adicional. Esto no sería descabellado, ya que podría arrancar como simulacros al interior de las organizaciones.

Finalmente, los tres cofundadores coincidieron en que hace falta la capacidad técnica para hacer que este recursos -aparentemente seguro- tenga las condiciones óptimas para funcionar y no generar problemas.

“Se trata de una cuestión de investigación abierta a la que nosotros y otros estamos dedicando muchos esfuerzos”, reiteraron.