Hijo de conductor de SITP hallado en Ciudad Bolívar entregó detalles de la búsqueda
Cristian Forigua, hijo Flaminio Forigua, aseguró que su papá no tenía enemigos, ni ningún tipo de amenazas.
Cristian Forigua, hijo de Flaminio Forigua, un conductor del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP)
El pasado 7 de mayo, el cuerpo de Flaminio Forigua, un conductor del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) que estaba desaparecido en Bogotá desde el 4 de mayo, fue encontrado en una vivienda ubicada en el barrio Caracolí en límites entre Bogotá y Soacha, en alto estado de descomposición.
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En diálogo con 10AM Hoy por Hoy, su hijo Cristian Forigua, se refirió al caso de su padre y a las investigaciones que adelantan las autoridades. Tal como manifestó Cristian, la última vez que lo vio con vida fue hace dos meses, ya que vive al otro extremo de la ciudad: “El último día que se le vio con vida fue el jueves 4 de mayo en las horas de la tarde, él hizo su turno normal en las horas de la mañana y salió para su casa en las horas de la tarde”.
De acuerdo con la explicación de su hijo, Flaminio llegó al barrio en el que residía sobre las 4:30-5:30 p. m., a guardar su vehículo en el garaje de una de sus propiedades: “Por las cámaras lo vieron entrar, pero jamás lo vieron salir y ahí se perdió el rastro de él”.
Según indicó Cristian, en esta misma vivienda lo encontraron sobre las 6 de la tarde de este domingo: “Nosotros ya habíamos ido el sábado, nosotros teníamos ese palpito de que mi papá no había salido de esa casa, de que mi papá estaba en esa casa porque era muy raro que todos los vecinos decían que él entraba por la puerta del garaje a dejar su carro y por esa misma puerta salía”.
Cristian, sus hermanas y otros familiares volvieron al lugar en que fue visto por última vez Flaminio y realizaron dos búsquedas, una en la mañana y una en la tarde, ambas con la Policía: “Hay una tía que decía que él estaba ahí y pues, en el garaje donde guardaba el carro era tierra”.
Frente a la posible hipótesis del hecho, Cristian aseguró que su papá no tenía enemigos, ni amenazas. Tampoco tomaba, fumaba o consumía ningún tipo de drogas: “Si uno se pone a investigar en el barrio los vecinos decían que era amigable, él era de su trabajo a su casa y de la casa al trabajo”.