“Hay que pedir al máximo”: Martha Cecilia Lucena
Intentaba sacar a uno de sus familiares de las ollas del microtráfico. En ese entorno conoció a su esposo.
Bucaramanga
Junto a su familia debió salir de Sabana de Torres, Santander de manera apresurada para evitar agresiones de un grupo armado ilegal. Llegaron a Bucaramanga a dormir en colchones a una casa de parientes cerca del parque de Los Niños. Martha Cecilia Lucena Riatiga recuerda que así les cambió la vida. Pasaron de vivir cómodamente a experimentar necesidades. Sin embargo, en medio de las dificultades surgió la vocación de servicio que le ha merecido varios reconocimientos.
Cuando un hermano cayó en el mundo de las drogas, se metió a las ventas de estupefacientes en los lúgares más sórdidos de Bucaramanga. En ese mundo conoció a su esposo, Diego Beltrán, quien fue habitante de calle. Por eso habla de “amar las almas” y de la necesidad de “pedir al máximo”.
Martha Cecilia Lucena Riatiga recuerda en el Personaje de la Semana de Caracol Radio que luego de convertirse en desplazados por la violencia, trabajaron con un carro de comidas rápidas en el barrio La Joya; también intentaban salvar la casa que habían comprado antes de que su mamá fuera despedidad de la entonces Beneficiencia de Santander.
Cuando aún era menor de edad se acostumbró a hacer diligencias que parecían tediosas ante oficinas públicas y EPS para ayudar a sus vecinos. Hoy, es la representante legal de la fundación “Somos uno”. Se define como una líder social que añora las épocas en que vivió en el Hato de los Caballeros, la zona de San Andrés, Santander de donde es su mamá.