Hora 20Hora 20

Programas

Corrección política y cultura de la cancelación, ¿qué camino recorremos?

Panelistas analizaron el impacto que tiene la corrección política en la reedición de obras de la literatura o del cine, así como el impacto de la cultura de la cancelación en el plano social.

Corrección política y cultura de la cancelación, ¿qué camino recorremos?

Corrección política y cultura de la cancelación, ¿qué camino recorremos?

51:27

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://caracol.com.co/embed/audio/509/097RD130000001365404/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Corrección política y cultura de la cancelación. Gettyimages C.J. Burton.

En Hora20 un nuevo tema de sociedad. Esta vez para hablar de dos fenómenos que crecen cada vez más: el de la corrección política y al tiempo el de la cultura de la cancelación. Se habló del camino que transitamos al buscar revisar la obra de artistas, escritores y directores de cine por lo que dijeron e hicieron en su momento. También se habló sobre cómo estos fenómenos modifican el arte, cómo sobrevivir a esta cultura de la cancelación y cuando sí es correcto hablar tanto de corrección política como de cancelación.

Lo que el viento se llevó fue retirada por varios meses de la plataforma HBO por su contenido racista, Casablanca sufrió modificaciones en algunos diálogos que tener expresiones también racistas, James Bond está siendo revisada en sus diálogos, mientras que en la literatura, recientemente la obra de Roald Dalh creador de Matilda, Las Brujas y Charlie en la fábrica de Chocolates, tuvo algunas modificaciones por parte de su editorial, pues términos como “feo”, “gordo” tuvieron que ser eliminados y reemplazados por otros que no ofendieran a algunas personas; ante la polémica la editorial decidió seguir publicando la obra original y sacar otras ediciones con la reeditada de la obra de Dalh.

El origen de buena parte de estos cambios en el cine, la literatura y hasta en algunas figuras públicas, tiene relación con lo que se ha conocido como la cultura de la cancelación, que está intrínsicamente relacionada con la corrección política, un espacio que busca eliminar cualquier expresión que ofenda, excluya o afecte a algún grupo de la población o minoría. Escritoras como Rosa Montero han dicho que los “imbéciles abundan” y que entonces va a exigir que reescriban todas las obras machistas, “van a quedar pocas intactas”, afirmó. Pues se consideraría que reeditar obras, revisar el trabajo de escritores y directores de cine que trabajaron y produjeron en otra época, significaría también borrar tiempos en los que el racismo y la exclusión estaban a la orden del día. También se buscaría adaptar el relato del pasado y el contexto en el que vivieron los escritores a los contextos, problemáticas y debates que hoy atendemos.

Lo que dicen los panelistas

Pedro Adrián Zuluaga, periodista, escritor, autor de libros como ¡Acción! Cine en Colombia, Qué es ser antioqueño, crítico de cine, señaló que en estos debates suele verse en lo blanco y negro, “pero hay puntos intermedios, una cosa es la corrección política que amplía el lenguaje, la posibilidad de nombrarse vía lenguaje inclusivo, eso es importante porque lo que no se nombra no existe, en lenguaje hay luchas”, pero también señala que en vez de ampliar las posibilidades del lenguaje, “entramos a la restricción en el arte y el artista está amenazado en la idea de que el artista es autónomo, una idea que es muy reciente”, pues afirma que esa autonomía se puede perder por relación entre el arte y el activismo social, “ahí el arte vive en su tiempo y se preocupa por injusticias, no los resuelve, pero sí los nombra”.

Afirmó que la cultura de la cancelación tiene como máximo unos ocho años y que la encuentra relacionada con la posibilidad de que cada ciudadano se siente empoderado a través de un “me gusta” y de sentirse como un juez, “entonces es un fenómeno que tiene que ver con cultura woke, relacionado con cultura americana y lectura minuciosa de la obra artística”.

Para Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, columnista en El Tiempo y bioquímico, estos fenómenos son graves, pues cree que conduce a cosas más complejas, que simplemente maquillar una obra u texto. Explicó que logros como la declaración de los derechos humanos que demoró varios siglos, se basa en que todos los seres humanos tenemos dignidad y mismos derechos y eso es un logro extraordinario que este proceso de corrección política revierte, “el todos se ha fragmentado en centenas de pequeñas identidades en las que las unas se ponen en contra de las otras”.

Agregó que se pretende juzgar el pasado con parámetros que logramos establecer por consenso después de mucho tiempo, “se llama racista a Cervantes porque dicen cosas que en su tiempo eran perfectamente normales” y cree que la cancelación tiene más que ver con el postmodernismo francés, “ahí lo remito con su relativismo moral y cognitivo, ese es el origen realmente de este proceso”.

Velia Vidal, escritora, columnista y directora de Motete, afirmó que no tenemos por qué corregir pasado, “la literatura es testimonio de otros tiempos, así como autores, artistas que responden al momento en el que estaban, algunos tal vez tenían visión que se acercaba a lo que tenemos hoy”, también dijo que no cree que toque ir al pasado para corregir obras literarias”, pero asegura que eso no implica que hoy no se diga que una obra de hace unos años era racista, “se puede decir porque hemos avanzado en la mirada”. Incluso, manifestó que esto no implica que la obra desaparezca del escenario, “debemos es comprender de dónde vienen esas manifestaciones y expresiones y discutir sobre ellas, podemos ser críticos frente a eso y como creadores podemos ver qué podemos plantear y construir a la luz de lo que se ha hecho”.

Para Aquiles Este, semiólogo, director creativo, profesor universitario y columnista en varios medios, el mundo se ha vuelto trivial a una velocidad enorme, “la cultura cancelación, la censura tiene que ver con el hecho de que hoy en día se puede vivir dentro de una tribu que funciona como una perfecta caja de resonancia sin la posibilidad de enterarse de lo que dice el otro”, con lo cual, afirma que eso genera dosis de intolerancia y autosatisfacción, “la gente está contenta con el volumen de su voz porque tienen importancia”.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad