El Corregimiento El Doce reabre el comercio a partir de este martes
Ese caserío del municipio de Tarazá, durante los 13 días de paro solo abrían dos horas al día.
Corregimiento El Doce- foto cortesía
Antioquia
El comercio del corregimiento El Doce de Tarazá ubicado en plena troncal a la Costa se reunió con los mineros que adelantan la protesta y acordaron que a partir de este martes se normalizan los horarios de apertura de las actividades comerciales en ese caserío que ajusta 13 días en paro y con las diligencias paralizadas casi por completo, ya que estaban abriendo las tiendas dos horas al día entre las 10 de la mañana y las 12 del mediodía.
Desde este martes ya regresan a los horarios normales antes del paro, ahora esperan poder abastecerse completamente y seguir su vida con normalidad. Solo existe un requisito y es que el comercio debe apoyar las marchas de los mineros cuando estos lo requieran, ellos si permanecerán concentrados y en paro por el momento.
La empresa de transportes Cootrasval que presta el servicio desde Yarumal hasta el corregimiento reactivará los despachos desde este miércoles entre las 5:45 de la madrugada y hasta las 5:45 de la tarde realizando alrededor de unos 50 despachos diarios.
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Con caravanas, se está abasteciendo el bajo Cauca
Mientras que, en el área urbana de Tarazá, el comercio sigue intermitente abriendo algunas horas y otros días tienen que cerrar por completo, por lo que la situación económica a trece días de paro es grave es incierta para ellos, sobre todo quienes tienen empleados a su cargo y temen que tengan despedirlos por falta de dinero. Están a la espera de a qué acuerdos lleguen en las próximas horas.
“Aquí hay gente que está a punto de despedir empleados, porque es complicado. Una unidad productiva de estas que cierra dos o tres días y ahora 13 días, mejor dicho, no sabemos qué hacer y muchos pagamos dos o tres arriendos, pagamos el almacén y la bodega, servicios públicos, empelados, servicios públicos y se convierte en una dificultad muy grande”, contó Alexander Vitar Garrido, comerciante de Tarazá.
Por el momento la situación sigue igual en las demás poblaciones del Bajo Cauca, a donde de manera gradual han llegado caravanas humanitarias para abastecer el comercio.