Lo condenaron 17 años por asesinar a sus padres; un crimen que no cometió
Marty Tankleff tenía 17 años cuando lo declararon culpable por el asesinato de sus padres; sin embargo, recobró su libertad 17 años después cuando se rectificó que no fue el autor del atroz crimen
Cuando Marty Tankleff tenía 17 años presenció una de las escenas más desgarradoras que puede contemplar un hijo: la agonía y muerte de sus padres. Sin embargo, su historia, que parece sacada una película de terror, no concluyó ahí, puerto que el joven norteamericano fue condenado a 17 años de cárcel por este brutal crimen que no cometió.
En la mañana del 7 de septiembre de 1988, Tankleff se levantó de su cama para asistir al que sería el primer día de escuela del último año de secundaria que cursaba en una escuela secundaria en Long Island, Estados Unidos.
No obstante, el destino le tenía preparada una macabra sorpresa. El joven de 17 años presenció que su madre, Arlene Tankleff, y su padre, Seymour Tankleff, habían sido brutalmente apuñalados, ella yacía muerta y su padre, que estaba inconsciente, se desangraba a causa de las heridas.
Tankleff, hizo lo que cualquiera hubiera hecho en su situación, de inmediato llamó al número de emergencia 911 para que atendieran a su padre, sin saber que no solo tendría que lidiar con el trauma de este crimen, sino que sería juzgado por la muerte de sus propios padres y pasaría la mitad de su vida en la cárcel.
Principal sospechoso
Marty se convirtió para las autoridades en el principal sospechoso de este crimen, quienes descartaron su versión, en la que aseguraba que el asesinato de sus padres posiblemente estaba relacionado a las amenazas que le había hecho el socio de su padre, Jerry Steuerman.
Según el relato de Marty, el hombre que le debía casi un millón de dólares a su padre, fue el último en visitarlos en la víspera del terrible crimen y era a sus ojos el principal sospechoso.
No obstante, las autoridades del condado de Suffolk, en el estado de Nueva York, desestimaron su versión y posteriormente lo llevaron a la estación de policías donde padeció extensos interrogatorios.
Interrogatorio
El joven de 17 años fue interrogado por el detective James McCready, quien falleció en 2015, el cual contó en una entrevista para la cadena estadounidense CBS cómo se llevó a cabo este proceso.
“Me acerqué a un escritorio, tomé el teléfono y marqué la extensión más cercana a la sala de interrogaciones, me paré y fui a contestar mi propia llamada. Me hice como si estuviera hablando con otro detective”, aseguró el detective en esa entrevista.
Asimismo, contó que posteriormente entró al cuarto donde se estaba llevando a cabo el interrogatorio y engañó al joven, a quien le aseguró que su padre lo había acusado, luego de despertarse en el hospital.
Por su parte, Marty le contó a la BBC que los detectives le mintieron al señalar que habían encontrado cabellos en las manos de su madre y que su papá lo acusaba del crimen luego de despertarlo con una inyección de adrenalina.
Condena
Los interrogatorios tuvieron un impacto tan profundo para Marty que el joven llegó a cambiar su versión por la que los detectives esperaban que dijera. Al punto de que el detective James McCready hizo un documento después de la llamada simulada que fue tomado por las autoridades judiciales como una confesión.
En medio del juicio, en el que Marty le aseguró a la BBC no recordar bien lo que dijo, debido a los traumas por el crimen y la presión de las autoridades, fue sentenciado a dos cadenas perpetuas consecutivas, con la posibilidad de quedar en libertad condicional después de haber pagado 25 años.
“Lo que recuerdo de ese día es que me llevaron a la cárcel del condado, y que el empleado en el cuarto de pertenencias me preguntó ‘¿qué haces aquí? no hay manera de que te hayan encontrado culpable’”, le contó al medio ingles Marty.
Libertad después de 17 años
Marty, quien se dedicó a estudiar estando en la cárcel y se preparó para ser abogado, recaudó a lo largo de 17 años testimonios de varios testigos y en 2009 solicitó un nuevo juicio.
En esa oportunidad, las autoridades del condado Suffolk denegaron la moción, no obstante, la defensa de Marty insistió en su inocencia, lo que llevó su caso hasta Brooklyn, donde los jueces retiraron la condena, luego que no encontraran que no existían pruebas suficientes para declararlo culpable del asesinato de sus padres.
“Es difícil de aceptar [lo que ocurrió], y es una de las razones por las que me convertí en abogado. Tengo amargura de que el sistema me falló y amargura porque hubo personas que se comportaron, intencionalmente, de una manera que llevó a mi condena”, concluyó Marty para la BBC.