Real Madrid, Barcelona y Juventus denuncian "amenazas" de la UEFA
Los tres equipos se pronunciaron respecto a la Superliga y pidieron debatir.
El Real Madrid, el Barcelona y la Juventus emitieron un comunicado denunciando "presiones" y "amenazas" de UEFA por la creación de la Superliga, recuerdan que los tribunales ya se han pronunciado sobre "cualquier actuación que pueda penalizar a los clubes fundadores" y piden "debatir, desde el debido respeto, sin presiones del todo intolerables".
Los tres clubes fundadores de la Superliga respondieron a través de un comunicado al emitido por UEFA, denunciando en su primer punto "presiones, amenazas y ofensas" para abandonar el proyecto y su "responsabilidad y derecho de aportar soluciones al ecosistema del fútbol a través de propuestas concretas fruto del diálogo constructivo".
Califican lo ocurrido de "inaceptable en un estado de derecho" y recuerdan que "los Tribunales ya se han pronunciado sobre el proyecto de la Superliga, ordenando a FIFA y UEFA, con rotundidad, que se abstengan mientras se tramita el procedimiento judicial, de realizar cualquier actuación que pueda penalizar a los clubes fundadores". Entienden, de esta manera, que se reconoce "la apariencia de buen derecho de dicha iniciativa".
Real Madrid, Barcelona y Juventus aseguran en un segundo punto que la Superliga fue diseñada por doce clubes (estos tres más Atlético de Madrid, Manchester United, Manchester City, Chelsea, Liverpool, Arsenal, Tottenham, Inter de Milán y Milan) "con el objeto de aportar soluciones a la situación insostenible" que atraviesa el mundo del fútbol, fruto de la "profunda preocupación ante la actual coyuntura socioeconómica" y entendiendo como "imprescindible emprender reformas estructurales destinadas a garantizar la sostenibilidad" del deporte rey.
Pese a que desde que el 18 de abril, los doce clubes fundadores anunciaron la creación de la Superliga y su "voluntad de establecer un canal de comunicación con UEFA y FIFA, con un espíritu constructivo y de colaboración entre las partes" y recuerdan que la nueva competición "solo tendría lugar si resultaba reconocida por UEFA o FIFA o si, en virtud del ordenamiento jurídico aplicable, fuera reconocida como una competición compatible a todos los efectos con la continuidad de los clubes fundadores en sus respectivas competiciones nacionales", desvelan que la respuesta de los organismos ha sido "rehusar establecer canal de comunicación adecuado alguno".
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Defienden en su comunicado el objetivo de la creación de la Superliga "para aportar estabilidad financiera a toda la familia del fútbol europeo", el compromiso "de abonar pagos anuales de solidaridad que multiplican los ofrecidos por UEFA", así como "la obligación de reforzar las reglas de sostenibilidad financiera mediante la creación de un sistema de control claro, transparente y eficaz verificado por expertos".
Por lo que los doce clubes que dieron forma a la competición dicen que la entendían "como una oportunidad única para ofrecer a los fans de todo el mundo el mejor espectáculo posible y aumentar el interés global por el deporte, que se enfrenta a nuevas tendencias generacionales que amenazan su futuro".
En los últimos apartados del comunicado, los tres clubes fundadores que no han anunciado su salida de la Superliga, reconocen que son "plenamente conscientes de la diversidad de reacciones" que ha provocado el anuncio y "la necesidad de reflexionar" sobre ello, por lo que están abiertos a "reconsiderar el planteamiento propuesto en lo que resulte necesario". Sin embargo, piensan que sería "una grave irresponsabilidad" abandonar su "misión de aportar soluciones eficaces y sostenibles y respuestas a las cuestiones que amenazan al fútbol".
Lamentan "profundamente" la situación de los nueve clubes que anunciaron su salida de la Superliga, "inmersos en una postura incoherente -e inconsistente- tras asumir en el día de ayer ciertos compromisos con UEFA". Y reiteran a FIFA, UEFA y todos los actores del fútbol, su "compromiso y firme voluntad de debatir, desde el debido respeto, sin presiones del todo intolerables y con respeto al estado de Derecho, las soluciones más apropiadas para la sostenibilidad de toda la familia del fútbol".