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Libertat , ayudará a cumplir sueños a través de la educación financiera

Sergio Díaz Granados lleva la educación financiera en términos fáciles y prácticos a las comunidades rurales de Colombia.

Libertat , ayudará a cumplir sueños a través de la educación financiera

Libertat , ayudará a cumplir sueños a través de la educación financiera / cortesía :123 RF

Desde que la pandemia por Covid-19 comenzó, algunos temas pasaron a ser prioritarios. El autocuidado, los protocolos de bioseguridad, la vacunación, el desempleo, la economía, son algunas de las palabras que escuchamos y que en ocasiones, no suenan nada alentadoras.

A pesar de este contexto, gran parte de la población en Colombia continua viviendo su día a día y sobrellevando las problemáticas que existían desde antes de la pandemia. Una de ellas es la educación financiera que aunque suena como un termino sofisticado, impacta la calidad de vida de todas las personas y de sus familias a diario.

Libertat es un proyecto enfocado en educación financiera para los sectores rurales y liderado por Sergio Díaz Granados. Empezó en el año 1998 cuando su familia quedó en la quiebra por la crisis que generó el UPAC: “Mis papás se tuvieron que separar físicamente. Nos fuimos a vivir donde mis abuelos de mantenidos. No pude estudiar durante 2 años”, aseguró el emprendedor.

Con mucho esfuerzo, Sergio se trasladó a Bogotá y empezó a estudiar economía en la universidad de Los Andes, que financiaba con un crédito del Icetex. Cada vez que salía de vacaciones, Sergio aprovechaba para trabajar en Estados Unidos y con ese dinero, pagaba el crédito. Tres años después de graduarse, logró pagar su deuda completa.

Su propia historia de finanzas personales fue la inspiración para este proyecto que ha logrado impactar a 1.005 familias y 1.523 estudiantes de 24 regiones diferentes en el país. Tal como él lo dice: “Yo estudié economía, me enseñaron temas sofisticados pero nunca me enseñaron a manejar mi plata”; no obstante, esta es la razón de ser de Libertat cuyo único propósito es llevar la educación financiera en términos prácticos y sencillos a sectores rurales donde están la mayoría de personas que no pueden acceder por sus propios medios este tipo de educación pero que, al igual que cualquier persona que se encuentre en la ciudad, lo necesita para cumplir sus metas.

La disposición de sus estudiantes y su metodología basada en storytelling permiten lograr una alta eficiencia en las comunidades donde Libertat llega para enseñar. “Nos basamos en historias de la vida real, juegos, lenguaje sencillo, todo contextualizado a su realidad. Es ahí donde hay mucha cercanía cuando les enseñas. Es una temática aburrida y técnicas”, afirmó Sergio.

Por supuesto, la pandemia ha colocado un reto más grande aún y es poder llegar a esas comunidades rurales a través de la tecnología: “Ahora es difícil crear esta cercanía. El reto no es solo aprender de finanzas, sino aprender de tecnología y cómo usarla. En la ruralidad hay muchas personas que no tienen celular ni saben que es WhatsApp, pero descubrimos que dentro de los círculos familiares hay alguien tecnológico al que llamamos ‘ángel tecnológico’ y son ellos quienes impulsan y unen a la familia entorno a la educación financiera”. Así es como durante este último año, Libertat ha seguido cumpliendo su objetivo y dando ejemplo de su lema que tanta alusión hace a la inclusión: “No importa el nivel de ingreso que tengas, no importa el nivel académico que tengas, no importa donde vivas, todos pueden tener buenas finanzas personales”.

De hecho, él mismo cuenta dos historias que dan para entender la importancia y el impacto que tiene la educación financiera en la vida de cualquier persona en Colombia. Por un lado, se encuentra María. Una mujer que trabajaba en servicios de aseo. No había terminado el colegio, ganaba el mínimo, su marido trabaja como vigilante en una bodega. María ahorraba todos sus ingresos extra, primas, cesantías, intereses de cesantías, subsidio de transporte, es decir, el 25% de sus ingresos anuales al igual que su esposo y lo hicieron durante 10 años.

Después de esto, se compraron una casa en Bogotá, pidió un crédito hipotecario y construyó en esa casa 4 apartamentos. De esta manera terminó ganando más plata de lo que ganaba en su trabajo pero ella seguía sin renunciar porque su meta era comprar una casa en un término de 5 años. Por otro lado, Sergio también ha trabajado con vicepresidentes financieros de multinacionales que llegan a ganar 45 millones de pesos, pero si pierden su trabajo, no tienen cómo comer al otro día.

Gracias a empresas como Bavaria que buscan visibilizar agentes de cambio que impactan realidades en las comunidades de nuestro país, conocimos la historia de Sergio y Libertat, quienes a través de educación financiera han ayudado a diferentes personas que viven en la ruralidad a cumplir sus metas.

Sin duda alguna y a pesar de la virtualidad y la distancia, Libertat sigue creciendo. Por estos días iniciarán un plan piloto para digitalizar ‘minibancos’ conformados por 20 personas que se crean dentro de estas comunidades que, hoy por hoy, no tienen acceso al sistema financiero y que sirven para generar dinámicas de ahorro y manejo del dinero pero que con un poco de conocimiento de finanzas personales podrían generar grandes resultados.

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