Iglesia le pide al Gobierno atender territorios azotados por grupos armados
El arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, envió un mensaje de apoyo a sus obispos que denuncian lo que sucede en zonas como el Chocó

Arzobispo de Bogotá pidió atención en territorios azotados por grupos armados
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Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá
Ante los casos de confinamiento, desplazamiento y asesinatos en la región del Pacífico, la iglesia católica ha acompañado a las comunidades afectadas como las de Murindó que están confinados unos 1.200 indígenas por minas antipersonal, en Tumaco están azotados por las masacres, y en el Alto Baudó, unas 4.741 personas que están entre confinadas y desplazadas.
En estas zonas se ha acrecentado la disputa territorial entre el ELN y Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Los obispos de la región han expresado con claridad y contundencia sus críticas al Gobierno Nacional, por el abandono a estas poblaciones. Ante esto han recibido algunas críticas por lo que el arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, expresó su apoyo por la labor misional que hacen en medio del conflicto armado.
“Saludo desde Bogotá a mis hermanos obispos del Chocó, a monseñor Hugo, a monseñor Juan Carlos, a monseñor Mario de Jesús. Soy testigo de las luchas y del amor por el pueblo, y de esa voz que ustedes levantan permanentemente en favor de los más desfavorecidos en el departamento del Chocó, cuentan siempre con nuestra ayuda”.
Monseñor Luis José Rueda les pidió que, pese a que algunos se incomoden por su labor, no desfallezcan y sigan denunciando y siendo la voz de las comunidades que están en medio del fuego cruzado de los grupos armados ilegales.
“Sabemos que a muchos les molesta, que a muchos les fastidia, pero ustedes son la voz del Chocó, ustedes son esperanza y son denunciantes del mal que hay en el Chocó, que Dios los bendiga”.
Este llamado de la iglesia católica para que el Gobierno atienda esta oleada de violencia, se une a la petición hecha por la Comisión de la Verdad, que clamó por una negociación con estos grupos armados, para evitar condenar a muerte a las comunidades.



