<strong>Cientos de kilómetros de atascos y una pesadilla con el transporte público en París</strong> marcaron este lunes el<strong> quinto día de la huelga en Francia contra la reforma de las pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron</strong>, que enfrenta una prueba de fuego para su proyecto.<strong>Las escenas se repetían en toda la región parisina:</strong> <strong>pocos metros y trenes suburbanos repletos y estaciones colapsadas.</strong> Nueve de las 15 líneas del metro de la capital francesa estaban cerradas y sólo dos, automatizadas, funcionaban normalmente.<strong>"Hay aún menos transportes que la semana pasada..</strong>.<strong> El viernes pude tomar un autobús para ir a trabajar pero este lunes es imposible"</strong>, suspiraba Raffaella, una funcionaria pública que esperaba poder subirse a un autobús junto a varias decenas de personas.La compañía nacional de ferrocarriles Sncf indicó de su lado que <strong>funcionaba "entre 15 y 20%" de su tráfico habitual, con un servicio internacional "muy perturbado".</strong>Ante la falta de transportes públicos, y con una mañana de fuertes lluvias, <strong>muchos no tuvieron otra opción que tomar sus vehículos</strong> lo que creó más de<strong> 600 kilómetros de atascos en la región parisina</strong> hacia las 08:30 am., tres veces más de lo normal.Asimismo, <strong>siete de los 25 depósitos de autobuses parisinos amanecieron bloqueados por huelguistas</strong> por lo que apenas<strong> un tercio de los buses</strong> que circulan en tiempo normal en París <strong>pudieron salir a las calles.</strong>La situación comenzaba a <strong>provocar malestar en muchos usuarios.</strong>"<strong>Es demasiado, abusan. Con las jubilaciones hay cosas que hacer. Ya no son las mismas condiciones difíciles de antes.</strong> Y las enfermeras que trabajan la noche y los fines de semana no tienen las mismas ventajas", decía Brigitte Lefebvre, jubilada, mientras esperaba en la estación Saint-Lazare para poder subir a un tren hacia Ruan (norte).<strong>No se espera ninguna mejora para el martes,</strong> día en el que los sindicatos convocaron un nuevo día de huelgas y manifestaciones, tras el éxito de la primera jornada que el jueves pasado<strong> sacó a 800.000 personas a las calles.</strong>Y los sindicatos ya están <strong>"reflexionando"</strong> en convocar una<strong> nueva jornada de movilización el jueves.</strong>Bajo presión máxima,<strong> el ejecutivo tiene previsto presentar el miércoles su reforma,</strong> de la que por le momento <strong>solo se conocen las grandes líneas.</strong><strong>Antes de eso, el alto comisionado</strong>, Jean-Paul Delevoye, quien redactó la reforma, <strong>iba a reunirse con los sindicatos el lunes</strong> por la tarde para tratar de salir del estancamiento.<strong>Pero los sindicatos están determinados a mantener el pulso. "No cederemos hasta que retiren" la reforma,</strong> en la que "no hay nada bueno", prometió Philippe Martinez, el secretario general de la CGT, una de las principales centrales del país, Philippe Martinez.<strong>El ejecutivo defiende la creación de un "sistema universal" de pensiones,</strong> por puntos, que remplazará a partir de 2025 a los 42 regímenes de pensiones actuales.<strong>Para el Gobierno se trata de un sistema "más justo</strong>" pero quienes se oponen a él -- casi la totalidad de los sindicatos y la oposición de izquierda -- <strong>temen una mayor "precariedad" para los futuros jubilados.</strong>El plan busca <strong>"salvar al sistema social francés, y no desmantelarlo, como se ha caricaturizado</strong>", defendió un miembro cercano del gobierno.Según una encuesta publicada el domingo, <strong>el 53% de los franceses apoya la huelga o expresa simpatía por sus demandas,</strong> lo que representa un aumento de seis puntos en una semana.<strong>La prolongación de la huelga inquieta a los comerciantes</strong>, que hasta aquí habían previsto un impacto moderado, pero que ahora<strong> temen un agravamiento con bloqueos</strong> de vías y escasez de combustibles<strong> en plenas fiestas de diciembre.</strong>El <strong>primer día del paro ya provocó una caída promedio de 30% en las ventas,</strong> según la Alianza de Comercio, que representa a <strong>27.000 supermercados y tiendas de ropa y calzado con casi 200.000 trabajadores.</strong>Esa patronal<strong> manifestó su preocupación por los efectos</strong> que la prolongación de las medidas <strong>de protesta</strong> --en especial en el transporte--<strong> pueden tener sobre el comercio minorista.</strong><strong>Ese sector viene sufriendo desde hace un año los efectos de las protestas cada sábado</strong> --con manifestaciones y cortes de carreteras-- de los "chalecos amarillos" que critican los planes económicos del Gobierno.<strong>"Un segundo golpe en 2019 puede ser mortal para muchos" pequeños y medianos comercios</strong> barriales, advirtió el viernes Alain Griset, presidente de la Unión de Empresas de Proximidad.<strong>El turismo también se ha visto afectado por la movilización</strong>. La Unión de Actividades Hoteleras constataron en la región parisina una <strong>caída de 30 a 40% en las reservaciones en el primer día de huelga.</strong>