En el tercer día de su viaje a este país asiático, <a title="Papa" href="https://caracol.com.co/tag/papa/a/"><strong>Francisco</strong> </a>escuchó los testimonios de las víctimas del terremoto submarino de magnitud 9,0 que el 11 de marzo de 2011 provocó una ola gigantesca en el <strong>noreste de Japón</strong> que se llevó por delante a más de <strong>18.500 personas.</strong>La ola llegó a la central nuclear de <strong>Fukushima</strong>, causando el peor accidente nuclear desde el de <a title="Chernóbil" href="https://caracol.com.co/tag/chernobil/a/"><strong>Chernóbil</strong></a> en la Unión Soviética en 1986.Dio las gracias a todas aquellas personas que "se movilizaron inmediatamente después de los desastres, para apoyar a las víctimas"."Una acción que no puede perderse en el tiempo y desaparecer después del <strong>shock inicial</strong>, sino que debemos perpetuar y sostener", declaró, recordando a las "más de <strong>50.000 personas</strong> que fueron evacuadas, actualmente en viviendas temporales, sin poder aún regresar a sus <a title="Casa hogar" href="https://caracol.com.co/tag/casa_hogar/a/"><strong>hogares</strong></a>".Una situación que, con sus consecuencias médicas y sociales, "implica, a su vez -como bien lo señalaron mis hermanos obispos en <a title="Japón" href="https://caracol.com.co/tag/japon/a/"><strong>Japón</strong></a>-, la preocupación por el uso continuo de la energía nuclear", añadió el <strong>papa</strong>."Nuestra era siente la tentación de hacer del <a title="Tecnología" href="https://caracol.com.co/tag/tecnologia/a/"><strong>progreso tecnológico</strong></a> la medida del progreso humano", estimó. "Es importante, en momentos como este, hacer una pausa y reflexionar sobre quiénes somos y, quizás de manera más crítica, quiénes queremos ser"."Hará falta mucho más tiempo que el mi vida para recuperar las tierras y bosques contaminados", dijo el adolescente, pidiendo a los adultos que "expliquen sin ocultar nada la contaminación radiactiva, la exposición a ésta y las posibles secuelas".Le pidió al jefe de la iglesia católica que "rece para que las personas de todo el mundo trabajen para eliminar la amenaza que representa la exposición a las radiaciones". Tras su testimonio, el <strong><em>papa</em></strong> lo abrazó.<strong><em>Francisco</em></strong> visitó el domingo <strong>Nagasaki</strong> e <strong>Hiroshima</strong>, las ciudades mártires de la <a title="Bombas atómicas" href="https://caracol.com.co/tag/bombas_atomicas/a/"><strong>bomba atómica</strong> </a>en <strong>1945</strong>. En ellas arremetió contra las armas nucleares, la guerra y los fabricantes de armamento