El documento de unas <strong>50 páginas titulado 'Cocaína: ¿Estabilizador macroeconómico colombiano 2015 – 2018?'</strong> se refiere a una investigación hecha por <strong>el exministro de Agricultura</strong> en sus tiempos libres, sobre cómo<strong> según él la economía colombiana se mantuvo y creció,</strong> en tiempos de crisis en la región, <strong>gracias a la coca</strong> y la permisividad del Gobierno para su cultivo.Allí, Andrés Felipe Arias asegura que la<strong> caída</strong> en los precios del <strong>petróleo y la volatilidad de varios factores económicos tenían que haber afectado más las finanzas</strong> del país entre el 2015 y el 2018. Según su análisis<strong> no fue así</strong>, gracias a todo el <strong>dinero que entró por cuenta el narcotráfico</strong> a Colombia durante la negociación de paz.Incluso señala que fue una política del Gobierno, hacerse el de la vista gorda con los cultivos ilícitos para<strong> evitar que el dinero del narcotráfico dejara de circular</strong> y de esa forma <strong>se viera la verdadera situación de la economía</strong> colombiana.Aquí algunos apartes:“La respuesta que aquí se propone es<strong> la industria de la cocaína</strong>. En concreto, se propone que el auge en la <strong>producción y exportación de cocaína</strong> durante el cuatrenio 2015 – 2018 compensó lo que para Colombia significaba la <strong>destorcida en el precio mundial de los hidrocarburos.</strong> En últimas, se busca demostrar que fue la<strong> descomunal bonanza en producción y exportación de cocaína</strong> del período 2015 – 2018 lo que anuló los<strong> efectos que hubiesen sido previsibles en ciertas variables</strong> externas de la economía, así como en su tasa de crecimiento, en sus<strong> indicadores laborales y en sus índices de pobreza y desigualdad”.</strong>“Imposible no preguntarse si <strong>dicha bonanza fue algo deliberadamente inducido o permitido</strong> ('laissez – faire') por los 'policymakers' colombianos, como<strong> estrategia efectiva para estabilizar y amortiguar el durísimo y adverso choque</strong> a los términos de intercambio de la economía en 2014. Desafortunadamente<strong> la respuesta a esa pregunta escapa el ámbito y alcance de esta investigación”.</strong>