Familiares de diputados asesinados relataron su dolor ante la JEP

“Era la 1 de la mañana el 18 de junio de 2007: una llamada. A esa hora no puede ser nada bueno. Estaba terminando mi trabajo y escuché a mi mamá decir: "mataron a los diputados”.

Así se enteró Diana Milena hija del diputado Ramiro Eheverry que su padre, junto a sus 10 compañeros, fue asesinado tras cinco años de secuestro.

“El día de mi grado recibí 15 ramos, no creo que haya sido por el grado. Era un velorio sin cadaver”, aseguró.

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Como ella, en medio de lágrimas el representante a la Cámara, Jhon Jairo Hoyos, hijo de Efraín Hoyos, contó como fue cuando liberaron a Sigifredo López.

“Nos llamaron y nos dijeron que liberaban a Sigifredo. Corrimos todos al aeropuerto, todos los familiares a acompañar a Patricia y a sus hijos. Y estábamos de pie cuando llegó el helicóptero  -dijo rompiendo el llanto-, Sigifredo se bajó y sus hijos corrieron y lo abrazaron. Todos lloramos porque era el momento que todos queríamos ver”.

Los dos, así como Fabiola Perdomo esposa de Juan Carlos Narváez, fueron de los primeros familiares de los diputados del Valle, en relatar su sufrimiento a la JEP. 

Les dijeron que quieren conocer las versiones de alias ‘Santiago’ y alias ‘El Grillo’ quienes directamente estuvieron con ellos para saber cómo fue el día día de cada uno. Pero también quieren escuchar al gobierno de esa época, porque tienen la duda de si las vidas de estos 11 concejales no valían. 

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“Nunca entendí por qué en el periodo del presidente Pastrana no se dio el acuerdo, que afortunadamente se dio con el gobierno Santos, tampoco entendí por qué en dos periodos del presidente Uribe tampoco se pudo hacer nada. ¿Quiénes eran más infames los que lo tenían secuestrado o quienes lo dejaron morirse en la selva?”, se cuestionó Diana.

Pero entre los recuerdos que tienen está una respuesta que los marcó y que según Fabiola les dio el expresidente Álvaro Uribe Vélez: “A ustedes les tocó poner la cuota de sacrificio por este país. Colombia en 20 años se los agradecerá”.

Hoy, 11 años después y tras el proceso de paz, reconocieron que haber estado frente a frente con sus victimarios les ha ayudado a iniciar un proceso de perdón y aseguran que no tienen odio, pese a que hoy en día los siguen viendo como si fueran “bichos raros”.

“No tenemos odio ni contra las FARC, ni contra el gobierno, ni contra la insolidaridad de muchos sectores que en su momento en lugar de apoyarnos nos criticaban y nos cerraron la puerta”, dijo Fabiola. 

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Piden que se impongan sanciones ejemplares; quieren que las demás víctimas tengan la oportunidad de tener frente a frente a sus victimarios y que ellos les pidan sinceramente perdón; y quieren que se construya un colegio.

“Un gran colegio en límites entre Pradera y Florida como un homenaje a los 12 diputados donde ellos vayan a trabajar allá, donde los veamos con pala, trabajando y ayudando en ese colegio que tendrá el nombre de los diputados”, dijo Fabiola.