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Salud y bienestar

Stephen Hawking, el hombre que nos enseñó que no necesitábamos un cuerpo

Su presencia constante en los medios fue un recordatorio de que con determinación uno puede aprender a vivir con una enfermedad cruel.

El científico británico Stephen Hawking (izda), y su hija, Lucy Hawking (dcha), en una conferencia en la Universidad de George Washington, en Washington, Estados Unidos, 21 de abril de 2008

La imagen de Stephen en su silla de ruedas, la cabeza levemente torcida y el sintetizador que emitía palabras por él, dado que una traqueotomía lo dejó sin voz en 1985, hubiese sido impactante para cualquier niño si no fuese porque todos crecimos viéndola y la convertimos en una estampa al mismo nivel que la de Ronald McDonald o Papa Noel. Su presencia constante en los medios de comunicación era un extraordinario recordatorio de que con determinación uno podrá llegar a aprender a vivir con una enfermedad cruel.

Hawking consideraba a 'Los Simpson' la mejor serie de todos los tiempos. Así fue representado en uno de los capítulos.

Su historia ganaba porque no solo era de superación y valentía: también rozaba la ciencia ficción. Hawking quedó discapacitado a causa de la esclerosis lateral amiotrófica, la ELA,que se le diagnosticó con 21 años. Durante el verano de 2014 esa enfermedad se hizo popular gracias a un reto llamado el Ice bucket challenge,basado en que famosos y anónimos se echasen un cubo de agua helada sobre el cuerpo para conseguir atención y fondos para la lucha contra este mal. Pero él fue su primer gran embajador.

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