Internacional

24 horas para el referendo en Cataluña

Los Mossos han comenzado a recorrer algunos centros y han cerrado sus puertas.

Los Mossos d'Esquadra se han desplazado a diferentes puntos de votación en la ciudad de Barcelona con el fin de notificar de la prohibición de llevar a cabo actividades relacionadas con el referéndum y pasar parte de las acciones que tienen lugar. Uno de los primeros centros a los que han acudido los agentes ha sido el de la Escuela Collasso i Gil, en el barrio del Raval, donde han alcanzado un acuerdo con la dirección del centro para cerrar puertas coincidiendo con el final de las clases, pero no ha resultado efectivo.

Desde ese momento, autorizaban salir, pero no entrar en el inmueble, según miembros de la Asociación de Vecinos de El Sortidor y un profesor. Han asegurado que los Mossos d'Esquadra no han llegado a entrar en el centro y pasadas las 18 horas una pareja de agentes se encontraba con un vehículo al otro lado de la calle. Un grupo de 80 vecinos estaban concentrados a las puertas cerradas del edificio, en el número 101 de la calle Sant Pau, y una treintena estaban bloqueados en el patio exterior, entre el inmueble y la verja exterior, que deben saltar para salir. Aunque en un principio las personas que se habían quedado dentro estaban en el patio de entrada, una vez traspasada la reja exterior, horas después, alguna persona ha facilitado las llaves del colegio y han logrado abrir las rejas y las puertas del centro, con lo que han podido acceder al interior del centro escolar.

Decenas de vecinos del Raval han entrado en el IES Miquel Tarradell, en la calle Àngels, algunos convocados por el Comité de Defensa del Referéndum de la zona, otros individuales y otros de ANC y Òmnium, con la intención de pernoctar en el interior del centro y "asegurar" que podrán votar el domingo en la sede electoral. La dirección ha explicado que tenía intención de cerrar las instalaciones después de que, entre semana, se personaran agentes de los Mossos d'Esquadra e identificaran al director, al que también le preguntaron si tenía material para el referéndum ilegal. También recibió una carta del delegado del Gobierno, Enric Millo, en la que les avisaba de que no podía realizarse, y han lamentado sentirse "amenazados" por encontrarse en medio de un conflicto político.

Tras conversar con el director, los vecinos han decidido quedarse dentro del centro, que les dejará un lavabo abierto pero no las llaves, y sobre las 19.20 horas han iniciado una reunión para organizar actividades y la logística para impedir el cierre con "una resistencia firmemente pacífica".

Centros con actividades hasta el domingo

Centenares de personas han conseguido impedir el cierre de muchos centros cívicos, escuelas y puntos electorales con la organización de jornadas de puertas abiertas y actividades lúdicas y culturales que pretenden alargar todo el fin de semana, incluyendo la opción de pasar la noche para mantener abiertas las puertas hasta el domingo, ha informado la plataforma Escoles Obertes. La iniciativa, que ya cuenta con 60.000 voluntarios inscritos, ha llamado a la comunidad a concentrarse en las escuelas para impedir el cierre de los centros.

La orden de Trapero

En la actuación de los agentes primará, según la orden de Trapero, la "contención y mediación" para contribuir a facilitar el "mantenimiento de la paz social y la convivencia", por lo que el uso de la fuerza queda limitado a repeler "agresiones a terceros o a la propia policía". Para el 1 de octubre, Trapero detalla que los agentes uniformados se posicionarán en el acceso al local para impedir su apertura y que, si cuando los Mossos lleguen al lugar ya hubiese personas en el interior, se les identificará, se requisarán papeletas, listas de censo, urnas y también los ordenadores usados para gestionar la votación y se les desalojará del local.

Si las personas concentradas en el exterior o el interior impiden el acceso de la dotación policial o no les dejan requisar el material, los agentes lo comunicarán a la sala de control, al igual que si, por ejemplo, la "presencia masiva" de concentrados desbordara la dotación y lograra abrir el centro. La sala de mando se encargaría entonces de activar más recursos y pedir refuerzos a otros cuerpos policiales, como Policía Nacional o Guardia Civil. Según Trapero, ante la imposibilidad de sacar a las personas de un colegio electoral, los agentes de orden público de los Mossos establecerán una línea de entrada "para impedir que acceda nadie más, dejando salir a las personas que estén en el interior cuando así lo deseen".

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