El buque 'USNS Comfort' de EEUU anclado en el pacífico colombiano para atender 10 mil personas

Por: Maicol Buitrago El buque hospital Confort de la Armada de Estados Unidos se encuentra a dos millas del puerto de Tumaco, atiende con medicina de alta tecnología a cerca de 1.500 personas por día y permanecerá hasta el próximo miércoles en el país. El barco Confort de la Armada estadounidense, continúa prestando un gran servicio a la población desprotegida en esta zona del pacífico colombiano. Allí estuvo el micrófono de Caracol Radio, para conocer de primera mano el servicio médico donde atenderán unas 10 mil personas y harán unas 240 cirugías de consideración. El capitán Robert Lineberry, jefe de la misión dijo que “este es el tercer año de la misión ‘Promesa Continua’, y cada año se aumenta el número de personas y reconocidas organizaciones que ayudan con esta misión tan exitosa”

El Comfort es una de las instalaciones de traumatología más grande de EE.UU. y ofrece atención gratuita en ginecología, pediatría, ortopedia, fisioterapia, cardiología, odontología. Además, tiene 12 salas para cirugía, capacidad para 1.000 camas hospitalarias y centro de tratamiento con equipos de última tecnología. “La capacidad en este momento es para unas 85 enfermeras, 250 pacientes internados, 50 médicos a bordo, 13 dentistas, 13 cirujanos, y todo el equipo médico suma unas 650 personas”, aseguró el capitán Lineberry

Lo que para muchos era imposible, hoy es un sueño hecho realidad Miles de personas de las zonas más deprimidas del municipio de Tumaco, al sur del país, se han acercado a las diferentes instalaciones de esta organización humanitaria, para luego ser transportadas al interior del gran buque. Tras un recorrido de unos 25 minutos mar adentro en una lancha, a lo ancho se logra observar un gran barco blanco, que por diferentes lados sobresale la cruz roja, indicando que es un sitio de ayuda médica, claro, los enfermos son trasportados en los dos helicópteros con los que cuenta el Confort, pues tiene una plataforma para que puedan aterrizar. Ya al ingresar al buque anclado en el pacífico colombiano, pareciera que fuera otro lugar, dotado con la más alta tecnología, pasillos amplios, y milimétricamente limpio como cualquier otro hospital de alta categoría. En una de las salas donde atienden a las personas, antes de ser llevadas al quirófano, se encontraba Carmen Castillo, una joven de 27 años muy nerviosa, pero a la vez feliz por la operación que le practicaron al extraerle un tumor al lado derecho de su mandíbula. “Esto es definitivamente un milagro, yo me enteré por comentarios en el pueblo, me tomé la tarea de viajar dos horas y media en un bus para llegar a Tumaco, y allí me valoraron los médicos para que luego me montara por primera vez en un helicóptero, todo esto para mi ha sido nuevo, pero ahora más feliz que nunca”, narró Carmen, con cerca de tres enfermeras atentas para monitorear sus signos vitales. A lo largo de los 275 metros de longitud del buque hospital, que tiene grandes cruces rojas en los costados, y con 900 miembros de la tripulación, se ven varios rostros de colombianos a la espera de recibir la ayuda médica pertinente para mejorar su estado de salud. Pero hay que destacar el papel que desempeñan los jóvenes traductores colombianos que ayudan a comunicar a los especialistas con sus pacientes, además, los estudiantes de medicina que están terminando su carrera. Paola Cifuentes, quien está finalizando su carrera en la Universidad de la Sabana, reconoce el inmenso papel que están desempeñando al interior del buque, pero sobre todo el enriquecimiento para su futuro como médica

“Es una gran oportunidad de hacer parte de esta misión, pero sobre todo por ayudar a las personas más necesitadas, y que nunca podrían correr con los gastos de sus intervenciones quirúrgicas, sin duda, volvería a hacer parte de este trabajo humanitario tan gratificante”, aseveró la joven quien culmina su carrera como doctora. El buque cuenta con cuatro salas de operación altamente equipadas con tecnología hasta para el tratamiento del cáncer, con ocho camas de cuidados intensivos, y 60 camas para acompañantes de los médicos. Como Martina Angulo, quien solicitó ayuda médica para curar a su esposo Elpidio Orobio, de un tumor que tiene en su costado derecho, y espera tranquila en una habitación del barco, a la espera de que su ser querido sea curado. “Estoy acá por el poder de Dios y de los médicos, de acompañar a mi esposo para que lo sanen. Por falta de recursos nunca pensamos que esto iba a pasar, pero ahora es una gran esperanza, también nunca pensé en montar en avión, y ahora estuve en un helicóptero de camino al buque, entonces, todo esto es un milagro único”, expresó esta mujer quien a su 57 años recuerda que tuvo 23 hijos, de los cuales tan sólo viven 8 y que nunca ha sido chequeada por un médico. Por su parte, el embajador de EEUU, William Brownfield, reconoció el papel que desempeña esta misión humanitaria, compuesta por varios países, no sólo con manos estadounidenses, sino con varias naciones que se han unido con el pasar de los años. “Quiero recordar que este barco tiene 900 tripulantes, 650 son dedicados a la salud, y representantes de más de 12 países, repito, 12 países distintos, entonces es una ayuda humanitaria internacional”, reiteró el representante del gobierno de Barack Obama, quien se declaró seguro que este buque regresará al país a prestar ayuda en otra región con necesidades de este tipo. El presidente colombiano, Alvaro Uribe, agradeció al gobierno de Estados Unidos la presencia y asistencia humanitaria del barco hospital "USNS Comfort" en Tumaco y localidades vecinas en el litoral Pacífico. "Nuestra inmensa gratitud, señor embajador (William Brownfield), a usted, a su Embajada, al Gobierno de los Estados Unidos, por la presencia del grupo Comfort, ese barco-misión hospitalaria", dijo Uribe desde este municipio al sur del país

Exactamente, el Confort puede tener 920 profesionales a bordo, con 650 médicos especializados, más de 200 tripulantes del barco, 70 marineros civiles, y hasta unos 70 visitantes. Zarpó de Norfolk, en el estado de Virginia, el pasado 1 de abril en una misión de cuatro meses que lo ha llevado a Haití, República Dominicana, Antigua y Barbuda, Panamá y ahora Colombia. Luego continuará su misión por El Salvador y Nicaragua, el cual fue construido en 1976 como un carguero de combustible, función que cumplió hasta 1987 cuando lo trasformaron en barco hospital.