Abogados de sacerdote acusado de doble crimen, busca acuerdo con la Fiscalía
Los abogados defensores del sacerdote José Francey Díaz Toro, sindicado del crimen de su compañera sentimental Maria del Carmen Arango y de su hija de cinco años, avanzan en buscar un acuerdo con la Fiscalía General de la Nación para la aceptación de los cargos ante la contundencia y evidencia de las pruebas.
Los abogados defensores del sacerdote José Francey Díaz Toro, sindicado del crimen de su compañera sentimental Maria del Carmen Arango y de su hija de cinco años, avanzan en buscar un acuerdo con la Fiscalía General de la Nación para la aceptación de los cargos ante la contundencia y evidencia de las pruebas.El abogado de la Defensoría del Pueblo y representante legal del clérigo, Diego León Valencia, dijo que se solicitó una valoración psiquiátrica para establecer el estado mental en que cometió el crimen; ira o intenso dolor, enajenación mental o perturbación temporal, lo que ayudaría a una reducción de la pena ante la contundencia del acervo probatorio entregado a la juez por los fiscales.Explicó que los requerimientos médicos servirán para establecer problemas mentales del sacerdote originados en una herencia familiar, ya que su progenitora sufre una enfermedad emocional grave, al igual que otros allegados en grado directo.Eso facilitará la explicación a la parte acusatoria que considera grave los hechos, ocurridos en la casa parroquial de la Iglesia de Mistrató, en la que trabajaba como titular del despacho, adscrito a la diócesis de Pereira, señaló.En febrero pasado su compañera permanente y la niña fueron vistas por última vez. Posteriormente fueron asesinadas a garrotazos e incineradas, y abandonados sus cadáveres en un paraje rural de Anserma, occidente de Caldas, dijo el abogado.Indicó que la empleada del sacerdote es la testigo clave de las autoridades judiciales quien vió por última vez a las dos mujeres y quien encontró rastros de sangre y otros elementos que demuestran la autoría material del asesinato. De ahí que la Fiscalía solicitará la máxima condena del código penal que es de 60 años, por doble homicidio agravado y la aplicación de artículos del la ley de infancia.Según el jurista, es lamentable el estado emocional del sacerdote quien le pidió perdón al obispo de Pereira, monseñor Tulio Duque, en la vista que le hizo a la cárcel de Anserma, donde esta recluido con 16 detenidos procesados por delitos menores, de 138 que hay en el penal. Fue una escena muy dramática y triste, dijo.Indicó que entregada la observación psiquiátrica se avanzará en buscar la aplicación de sentencia anticipada, y la reclusión en un convento o sitio diferente a una cárcel, por no tener antecedentes penales.



