Radio en vivo

Orden Público

Mancuso reconoce toma " a sangre y fuego" de la Universidad de Córdoba

El jefe desmovilizado de las autodefensas Salvatore Mancuso Gómez, confesó en los tribunales de justicia y paz, que ordenó la muerte de varios profesores, directivos sindicales y otros miembros de la Universidad de Córdoba, cuando inició la "toma a sangre y fuego" del establecimiento académico.

El jefe desmovilizado de las autodefensas Salvatore Mancuso Gómez, confesó en los tribunales de justicia y paz, que ordenó la muerte de varios profesores, directivos sindicales y otros miembros de la Universidad de Córdoba, cuando inició la "toma a sangre y fuego" del establecimiento académico.
El presidente de la Asociación Sindical de Profesores de la Universidad de Córdoba, Manuel Cortina, confirmó que el jefe paramilitar señaló con nombres propios a congresistas de Córdoba que se beneficiaron administrativa, politica y burocráticamente cuando las autodefensas asumieron el control pleno del alma mater.
Caracol Radio conoció que entre los mencionados aparecen el senador, Miguel Alfonso de la Espriella, y la ex representante a la Cámara, Eleonora Pineda Arcia, ambos presos por la parapolítica y quienes han reconocido que sirvieron como jefes de relaciones políticas de las autodefensas.
Las viejas denuncias de los sindicatos de la Universidad de Córdoba y que conoce la Fiscalía, precisan que los entonces congresistas en representación de las autodefensas y bajo intimidación, tomaron el control de las bolsas de empleo, movimientos de fichas o puestos administrativos y convirtieron el alma mater en una sede política para sus intereses electorales, pero salvaguardando la injerencia paramilitar.
Según el dirigente sindical, Salvatore Mancuso, confesó de igual manera haber dado la orden de una estela de muerte a integrantes de la universidad que a su juicio tenían nexos o servían a la subversión, aunque algunos casos se los endilgó al asesinado, Carlos Castaño Gil.
Entre las muertes que reconoció figuran, la del entonces candidato a la rectoría de la Universidad Hugo Iguarán Cotes, a quien asesinó en la residencia de otro candidato, Víctor Hugo Hernández, a quien impuso y trato de obligarlo a cumplir con actos administrativos, pero este al final renunció y hoy en calidad de víctima denunció los hechos.
También mencionó a los docentes asesinados Manuel Ruiz, René Ríos, Francisco Javier Galarcio, Albeiro Taborda y Félix Antonio Avilés, estos dos últimos desaparecidos.
Los sindicatos esperan que en las próximas sesiones, Mancuso, le diga a la fiscalía sobre los asesinatos de otros seis profesores, tres estudiantes, un conductor, dos alumnos secuestrados, cuatro empleados exiliados y el atentado al sindicalista René Cabrales, que ocurrió este año.
En desarrollo de la audiencia, el ex jefe paramilitar fue contra preguntado por el dirigente sindical de Cordoba sobre la sonada reunión celebrada en Santafé Ralito, el pasado 18 de febrero del año 2002, aceptando que allí se reunieron incluso con delegados de la presidencia de la república ante el consejo superior de la universidad.
El ex líder de las autodefensas también reconoció que todavía mantiene colaboradores o cuotas administrativas en la Universidad, entre ellos varios familiares.
Sin embargo, el jefe desmovilizado de las autodefensas, trató de justificar ante la fiscalía que la "toma a sangre y fuego" de la Universidad de Córdoba, fue ordenada porque en ella tenían posesión milicias urbanas de las guerrillas que incluso utilizaron el establecimiento como centro de operaciones y como fabrica clandestina de artefactos explosivos.