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Felipao dice que su sucesor lo tendrá difícil

El ex director técnico de Brasil, Luiz Felipe Scolari, advirtió que su sucesor en el cargo tendrá una tarea difícil en la fase clasificatoria del próximo Mundial de fútbol y dijo que los jugadores tendrán que cambiar de mentalidad.

CANOAS, Brasil.----El ex director técnico de Brasil, Luiz Felipe Scolari, advirtió que su sucesor en el cargo tendrá una tarea difícil en la fase clasificatoria del próximo Mundial de fútbol y dijo que los jugadores tendrán que cambiar de mentalidad.
Scolari llevó a la selección "canarinha" a su quinta Copa del Mundo el pasado junio tras una pobre fase clasificatoria previa, en la que Brasil empleó 60 jugadores y cuatro técnicos.
"Volverá a ser largo y difícil otra vez", dijo Scolari, quien se retiró en agosto de la selección brasileña tras decir que quería pasar más tiempo con su familia y posiblemente dirigir a algún equipo europeo.
Su reemplazante, que tendrá la responsabilidad de llevar a Brasil a la próxima Copa del Mundo, en Alemania, en 2006, pues ya no se clasifican automáticamente los últimos campeones, como hasta ahora, todavía no ha sido designado.
"La mayor dificultad de Brasil es que tienen que aprender cómo jugar en los partidos clasificatorios. Los problemas que tuvimos no eran nada nuevo. En la fase clasificatoria de 1990 y de 1994 también hubo problemas", dijo Scolari en una entrevista con Reuters.
Felipao, como se lo conoce popularmente, se hizo cargo de la selección brasileña a finales de la fase clasificatoria sudamericana y logró que Brasil no perdiera la condición de ser el único país que llegó a todas las ediciones de la Copa del Mundo.
Sin embargo, una derrota por 3-1 ante Bolivia puso en peligro ese récord pues la clasificación dependía de un solo partido que, finalmente, ganó por 3-0 a Venezuela, en la última jornada clasificatoria sudamericana para el Mundial 2002.
El ex seleccionador dijo que los jugadores tenían parte de culpa por pensar que podían ganar fácilmente a equipos como los de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Chile. Brasil perdió con todos ellos en su camino hacia Japón y Corea del Sur.
"Brasil tiene que cambiar el pensamiento de sus jugadores", dijo.
"Creen haber ganado el encuentro antes de salir a la cancha. Creen que la camiseta amarilla ganará sola el encuentro", agregó.
ARDUA TAREA
"Necesitamos un cambio de mentalidad. Encarar una competición de tres años para clasificar y lograr que los jugadores se motiven para cada partido será una ardua tarea para el entrenador", señaló.
Scolari terminó su reinado como seleccionador brasileño con un registro de 18 victorias, un empate y seis derrotas en 25 encuentros.
El técnico señaló que está de acuerdo con su antecesor en el cargo Carlos Alberto Parreira --con el que Brasil ganó la Copa del Mundo jugada en Estados Unidos-- de que la fase clasificatoria es más dura que el Mundial mismo.
"En la Copa del Mundo se cuenta con 30 días de trabajo y no es difícil en ese tiempo organizar el equipo, poner a los jugadores con una mentalidad adecuada, mostrándoles vídeos, esto y aquello", explicó.
Pero, en la fase clasificatoria, cuando los jugadores están esparcidos por Europa y por Brasil y se concentran tan sólo cuatro días antes de los partidos, es algo diferente.
"Llegan de 40 direcciones distintas, se quedan por tres días y tras el partido toman un avión y se van de vuelta a los países donde juegan", agregó.
"Como dice Parreira, es mucho más difícil jugar los partidos de clasificación que los de la Copa del Mundo. Estoy convencido totalmente de eso. El nuevo entrenador tendrá que resolver este problema", sostuvo.
EL TIMIDO RIVALDO
Rivaldo, la inspiración de la selección brasileña en el Mundial, fue uno de los jugadores que más dificultades tuvo en la última competición clasificatoria.
Casi abandonó el fútbol de selección tras ser abucheado durante un encuentro en casa contra Colombia y fue repetidamente acusado de reservarse para su club, el Barcelona, en el que jugaba antes de marcharse al AC Milan.
Scolari dijo que una de sus primera tareas cuando se hizo cargo de la dirección en junio del pasado año fue devolver la confianza a Rivaldo.
"Le dije a Rivaldo que podría jugar 10 encuentros malos y todavía tener un lugar en el equipo. Naturalmente que me la jugué pues imagínese si realmente hubiera jugado mal en cinco o seis encuentros. La prensa se habría echado sobre mí", explicó.
Scolari dijo que entendía que muchas de las críticas contra Rivaldo eran injustas y que el jugador era víctima de su propia timidez.
"Rivaldo debería ser considerado como uno de los mejores jugadores de Brasil. Ha jugado 70 encuentros con el equipo nacional y logró 35 o 36 goles, casi todos en encuentros importantes", dijo.
"El problema es que no sabe hacer marketing, es muy tímido y no le gusta encontrarse con periodistas o contestar a preguntas", explicó.
"En la Copa del Mundo, le dije que los atendiera. Si no le gustaba algo, le dije que lo dijera y que no llevase ningún elemento de amargura a la cancha. Que lo soltase (antes)", siguió diciendo.
"Fui agradablemente sorprendido. Se mostró dispuesto a hacer cualquier cosa que se le pidiera: jugar a la izquierda, marcar al defensor derecho cuando subiera la banda. Se mostró listo para cualquier cosa", recordó.

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