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El hambre, la otra cara del paro armado en el Bajo Cauca

En Cáceres y Tarazá reportan que las familias que viven de la compra de comida diariamente están aguantando hambre.

Foto / Archivo Caracol Radio

Antioquia

El paro armado de la banda criminal Clan del Golfo está generando otras afectaciones a cientos de familias que viven del diario, es decir, trabajan un día para comprar la comida para el otro día, pero por la suspensión de todo tipo de actividades no han podido generar ese dinero. Es el caso de los municipios de Tarazá y Cáceres donde muchas familias están aguantando hambre porque ya son dos días de paro.

La situación se complicó porque el paro fue anunciado de manera sorpresiva, por ello muy pocas personas alcanzaron a abastecerse de alimentos. Es el caso de Cáceres donde incluso los ilegales hicieron cerrar una tienda en el corregimiento Jardín, allí una persona abrió la tienda para abastecer a algunas familias y de inmediato fue intimidada y obligada a cerrar, lo mismo ocurrió con el supermercado D1 que intentó hacer lo mismo en el área urbana y corrió con la misma suerte.

“Las personas de escasos recursos que viven del día a día, del diario en la alimentación, esas personas están sin un bocado de comida. Ese confinamiento es un delito bastante grave, sin embargo preocupa, porque yo sé que muchas personas estamos partiendo, porque me ha tocado compartir una libra de panela o de arroz cosas así por el estilo, entonces, las cosas están caóticas cuando no hay alimentación para la población”, contó Horacio Rendón, concejal de Cáceres.

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Pero la población local no es la única afectada, Caracol Radio conoció que varias personas que trabajan en diferentes empresas que por motivos laborales estaban en Tarazá hospedadas en hoteles, también están padeciendo de hambre, ya que no les venden alimentación en los hoteles y tampoco pueden salir a conseguirla porque todo está cerrado. Estas personas que no quisieron exponer su nombre, le piden a la fuerza pública por lo menos crear un corredor humanitario para salir del territorio hacia sus casas en otras zonas del departamento.

Animales sin comida

La otra problemática se centra en los animales de corral porque sus dueños no han podido conseguir alimentos. Es el caso de una persona que comercializa huevos en Tarazá y que por temor prefirió no autorizar publicar la identidad le Contó a Caracol Radio que tiene 700 gallinas en un galpón y que le ha tocado darle de comer a los animales hojas y hierba picada para mitigar el hambre. Asegura que esta situación le ha disminuido la producción de huevos de manera significativa, antes del paro armado diariamente podía sacar alrededor de 450 huevos y hoy solo 300, pero con el problema de que tampoco puede venderlos, no tiene a quién, porque los comerciantes tienen cerrados los negocios.