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Denuncia Abuso sexual

Sargento del ejército acusado de violación en un batallón en Antioquia

La víctima es una suboficial del ejército quien dijo haber sido abusada y golpeada casi hasta ocasionar la muerte en un batallón de Puerto Berrio.

Antioquia

Caracol Radio obtuvo en exclusiva la denuncia y el relato de una joven de 20 años que lleva poco tiempo en el Ejército como cabo tercera de las Fuerzas Militares y que fue presuntamente víctima de abuso sexual en el batallón Bomboná ubicado en Puerto Berrio, Antioquia por parte de el sargento, Yimar Caracas Jiménez

Los hechos ocurrieron el pasado 10 de noviembre del 2021, según la víctima y los dictámenes de medicina legal que Caracol Radio obtuvo en exclusiva. Ese día, la mujer que por seguridad llamaremos “Paola” estaba en el mencionado batallón cuando un superior de rango Sargento, le ofreció una bebida:

Le recibo el jugo, yo no me lo tomo y a él le inicia un desespero, pregunta por qué no me voy a tomar el jugo, yo me negué, pero al ver la insistencia de él, accedí y me lo tomé en presencia de él. Cuando eso pasa me agarra del cuello, mi habitación está entreabierta y cerrada, me coge fuertemente, me entra detrás de la pared y me ahorca, me dice que no es nada personal y que eso a mí me lo mandaron a hacer, luego me empieza a golpear contra la pared y perdí el conocimiento, cuando logro despertar veo que este señor me está arrastrando por la habitación y ya no me acuerdo de más”.

Tras los hechos, Paola fue encontrada por varios compañeros que la llevaron al dispensario del batallón, allí se enteró por una Teniente doctora del dispensario lo que había ocurrido, por su estado de salud fue remitida al Hospital de Puerto Berrío.

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“Me atiende el doctor Acuña, el médico forense. Él lo primero que me dice es que había tenido acceso carnal violento e intento de homicidio. Yo tenía mi ropa interior rasgada, había perdido mucha sangre y tenía parte del cuerpo hinchado, me dolía mucho el cuerpo, no me podía ni sentar, ni podía caminar, estaba viva de milagro. Al parecer me habían dado una sustancia fuerte porque pa’ esa cantidad de golpes que yo tenía, él lo primero que me pregunta es quién me había golpeado de esa manera, y yo le dije que no sé quién me golpeó pero que la última persona que yo vi fue al sargento segundo”.

La joven relata que ese día cuando se despertó en el hospital no vio a ningún compañero militar acompañándola y que en el momento en el que los investigadores de la Fiscalía estaban tratando de tomar su testimonio, llegó un mayor que no permitió que continuara el proceso. A la mañana siguiente, los investigadores lograron conocer la declaración y la denuncia.

Paola también detalló que en su momento el presunto abusador le manifestó que esa agresión se la habían mandado hacer:

“Yo la primera persona que metí a la investigación fue el comandante de compañía, él me dice que eso me lo mandaron a hacer y me asegura qué me van hacer pedir la baja y que me va a mandar hacer algo, que yo nunca me voy a olvidar y eso fue lo primero que me dice el sargento que eso a mí me lo mandaron a hacer”.

Indica que ha tenido varias comunicaciones del presunto agresor, en una conversó con él en una reunión de descargos en las Séptima División donde le pidió perdón, y las otras ocasiones supuestamente para amenazarla.

“El sargento segundo me ha llamado en varias ocasiones y me ha dicho que lo que él me hizo no se va a quedar así que yo me le salve de fuerte pero que donde me vea me mata”.

Paola quedó desconcertada cuando un superior, o sea el jefe del batallón, luego de saber lo que le había ocurrido le dijo que ese tipo de conductas eran muy normales dentro de las fuerzas militares.

Manifestó que “en el ejército se están formando violadores”:

“Mi sargento mayor fue el que me dijo que eso era normal, lo que me había pasado, entonces yo le dije -yo creo que usted no tiene ni mamá, ni hija, ni familiares femeninos ojalá nunca les vaya a pasar algo de esto que a mí me pasó y yo tengo mis pruebas-”.

La joven enfatiza en que no ha recibido ningún tipo de apoyo por parte del Ejército luego de lo que le ocurrió y que por el contrario desde el batallón Bomboná según ella, que no le presten la ayuda.

Y él le dijo a la inspección del Ejército que no me visiten que no sepan mi caso yo no he recibido ayuda psicológica ni ayuda médica, mi mamá es la que ha estado andando para arriba y para abajo y aún así me tienen trabajando”.

En su relato explica que fue trasladada de brigada, según sus propias palabras para callarla y que esta historia no se saliera a la luz pública.

A mí me agregaron porque no quieren que esto lo sepa nadie, a ellos les pareció más fácil agregarme para que nadie sepa, para que yo quede lejos de la ciudad, que yo no pueda ir a hablar nada. El comandante del Ejército le dio la orden a mi mayor, la de género, que no atienda mi caso, yo no sé si es que ella no tiene corazón porque no atendió mi caso, nunca me escuchó porque viene la orden desde arriba, nadie se me ha acercado, nadie me ha dicho aquí está su cita”.

Incluso asegura que ha tratado de comunicarse con el general Eduardo Enrique Zapateiro, comandante del Ejército Nacional de Colombia, pero que no ha sido posible.

Pero a mí sabe qué es lo que más me duele de todo esto, la verdad, es que es muy difícil que el mismo comandante del Ejército, sepa mi caso y se haya quedado callado, el general Zapateiro, él sabe lo que a mí me pasó, yo tengo mis evidencias, ya yo le he escrito, le pedí ayuda psicológica, médica, no he podido, y ya llevo 3 meses que no puedo caminar”.

Dice que decidió contar lo ocurrido sacando fuerzas necesarias para que a las demás mujeres que integran el ejército colombiano no les ocurra lo mismo.

Caracol radio estuvo en el municipio de Puerto Berrío en el Magdalena Medio indagando sobre esta situación, pero nadie quiso hablar del tema.

Tratamos de conversar con el médico que atendió a la denunciante, pero no fue posible, se trató de obtener declaraciones de la Fiscalía sobre el procesado y en qué etapa procesal estaba el tema, pero se negaron por el momento.

Lo que sí se nos informó de manera oficial, desde la regional del Magdalena Medio del ente investigador es que el sargento del Ejército Yimer Caracas Jiménez, por su presunta responsabilidad por el delito de acceso carnal violento agravado fue cobijado con medida de aseguramiento carcelario. Caracol radio conoció que el militar se encuentra detenido en el batallón Pedro Nel Ospina del municipio de Bello a la espera de que avance el juicio en su contra.

Por su parte el ejército Nacional, exactamente desde la Sétima División de la que hace parte la víctima, negó que la cabo tercera no haya recibido ningún tipo de apoyo médico, ni psicológico y que por el contrario desde el primer momento se le está brindando acompañamiento. Esto lo hizo por medio de unos documentos enviados al Caracol Radio luego de la solicitud de un pronunciamiento oficial, pero se negaron a una declaración en audio y solo se remitieron a la respuesta documental.