<strong>Ha pasado un año de la masacre de ocho universitarios en Samaniego</strong>, uno de los episodios más dolorosos que ha vivido esta población ubicada en el occidente de Nariño. <strong>Por la masacre ocurrida en la vereda Santa Catalina hay dos personas detenidas, un testigo protegido y dos presuntos implicados fueron asesinados</strong>, sin embargo, esto no logra borrar de la memoria de los familiares de las víctimas ese duro momento cuando se enteraron de que el reencuentro de amigos terminó en tragedia. En el estadio la Victoria en donde los jóvenes se reunían usualmente para jugar futbol, <strong>su familiares y amigos lanzaron bombas blancas como un gesto simbólico de que no han sido olvidados.</strong><strong> Lea también:</strong>Pocos días después de la masacre llegaron muchas promesas para los jóvenes de Samaniego,<strong> ninguna de estas hasta ahora se ha cumplido según los miembros del movimiento juvenil.</strong> Un mural con los rostros de los ocho universitarios recuerda en esta localidad lo que fue su vida, sus sueños e ilusiones, su<strong>s amigos lo contemplan con la esperanza de que el crimen no quede impune y que un hecho como éste jamás se repita.</strong>