Economía

El Efecto Viva

El libro, escrito por Rupert Stebbings, cuenta los pormenores del lanzamiento de esta aerolínea de bajo costo en el país

Rupert Stebbings

Rupert Stebbings / Archivo Viva Air

Colombia

Ocho años después de su lanzamiento al mercado colombiano y tras ocupar el segundo lugar en tráfico de pasajeros en Colombia, Rupert Stebbings, miembro de la junta directiva de Viva Air, lanza El efecto Viva, una recopilación de historias y sucesos que marcaron el rumbo del mercado de pasajeros de bajo costo en el país.

 - ¿Cómo llega a escribir el efecto Viva?

Mi historia en Viva arrancó hace 3 años cuando Declan Ryan, quien fue dueño de Ryanair y actual dueño de Viva Air, me invitó a hacer parte de la junta directiva y después de 18 meses en la junta, resultó que yo estaba en la casa haciendo poco y me dijo ¿Qué tal si haces un libro con la historia de viva? Yo lo pensé un poco porque era mi primer libro, pero acepté el reto. En 2019 arranqué con el proyecto.

- ¿Qué descubrimiento tuvo de la industria aérea en Colombia mientras escribía el libro?

Yo soy uno de los que hace 3 años solo viajaba por Avianca, nunca pensaba más allá, tengo mi tarjeta y mis millas. Durante mis primeros 18 meses antes y durante el libro, descubrí la gran ventaja de las aerolíneas de bajo costo. En el momento del inicio no existía ese modelo en América Latina, solo en Brasil, aunque ya era un formato existente en Asia y Estados Unidos.

Para escribir el libro bien, debí aprender del sector de bajo costo en todo el mundo y en este camino encontré mucha gente, muchos presidentes de la empresa, pero también pasajeros que nunca habían montado en avión en su vida y para ellos era un sueño. De hecho, la primera persona que menciono en el libro se fue a San Andrés para su cumpleaños número 100 con 28 miembros de su familia. Algo que no era posible con los formatos de aerolínea anteriores.

Me encontré con muchas personas y es una experiencia tremenda.

- Cuando comienza la idea de Viva se debieron hacer estudios y, a diferencia de otros países donde se analiza el resto de la competencia aérea, en Colombia estudiaron el transporte terrestre. ¿Qué encontraron ustedes que sucedía en las carreteras con esas empresas?

Si, hay dos antecedentes: uno en Brasil con GOL y otro en México, donde Declan Ryan encontró a Viva Aerobus. Ambas eran empresas que prestaban sus servicios de buses y lo extendieron a aviones.

En Colombia fue diferente, aquí no tenemos un ejemplo similar. Por eso, a Viva le tocó enfrentar la resistencia por parte de las empresas de transporte terrestre, sin dejar de lado lo costosos que son sus servicios. En varias oportunidades, por ejemplo, vimos tiquetes en avión más baratos en la ruta Medellín - Santa Marta que en un bus, pero lo que sucedía era que la gente estaba más acostumbrada al transporte terrestre que al aéreo. En ese sector, si tiene problemas mecánicos un bus se reemplaza por otro. Pero con los aviones es diferente, hay condiciones meteorológicas que también forman parte de la operación y por ello hay que educar para poder pasarlos del bus al avión. Un proceso duro pero que también ha sido muy interesante.

- ¿Creen que Viva ha cambiado no solo la industria aérea sino también la del transporte terrestre intermunicipal? ¿La aerolínea pudo haber obligado a estas empresas de buses a incluir servicios como wifi, salones VIP, sillas totalmente reclinables, e incluso, vehículos de dos pisos?

Es un aspecto que no mencioné tanto en el libro, pero sin duda. Llevo 15 años en Colombia y en los últimos 6 años los buses ya son más de lo que deben ser, como mencionaste: espaciosos, con wifi, con baños. Sin embargo, las carreteras siguen iguales. Seguirás tardando el mismo tiempo, a pesar de ser más cómodo, mientras que en avión por el mismo precio tardas 28 minutos en una ruta Medellín - Bogotá versus 10 horas en un bus. Entonces sí, el reto para los buses fue grande, pero mientras no haya una mejora en infraestructura vial, no vale la pena.

Archivo Viva Air

- ¿Con lo que encontraron también se dieron cuenta que la oportunidad no solo se presentaba en Colombia sino en Latinoamérica en general?

Sin duda, cuando llegamos Colombia tenía falencias en la industria aérea, con rutas como Bogotá - Medellín que es una de las más voladas en América Latina. Ensayamos luego de Colombia, en Perú, que tiene mucho más mercado. Ecuador es parte de los análisis actuales para posible expansión y Venezuela, por su particularidad, no es una opción por ahora.

Debes tener en cuenta que Latinoamérica tiene una población muy grande con bajos ingresos, por lo que aún tenemos mucho mercado por explorar.

- En el libro, se dice que el momento decisivo de la aerolínea fue en el día de los caídos de 2009. Dos de sus accionistas firmaron “en una servilleta” el acuerdo de creación de la aerolínea. Pasaron 3 años y muchas cosas se transformaron en el país: la forma de ver las aerolíneas, la legislación, pero desde el momento del nacimiento de Viva hasta hoy, también han tenido una transformación importante ¿Siente que han evolucionado?

Comenzamos con dos aviones en 2012, ahora tenemos entre Colombia y Perú más de 20. Son aviones nuevos, modernos, más sostenibles. Iniciamos labores en una bodega y pudimos llegar a una oficina en Rionegro, además de bases en Bogotá, Santa Marta y Medellín. Hoy sumamos más de 800 colaboradores.

La evolución es total, pero en esencia seguimos iguales. Cada vez luchamos por los costos, que son todo para el negocio. Fuimos nada y en el último mes tuvimos el 25 % del mercado.

- ¿También obligaron a las aerolíneas Legacy (modelo tradicional de aerolínea) a hacer cambios? En el libro mencionan una de ellas que recientemente había pasado por un capítulo de quiebras y el gobierno, para protegerla, incluyó una sobretasa al combustible que hacía imposible tener tiquetes a bajos precios.

Cuando llegamos a Colombia, Avianca había pasado por el Capítulo 11 y estaba protegida con el sobrecargo de combustible, con esto había un precio mínimo fijado por esta ley. Al ver esto, Declan Ryan gestionó con la Aerocivil para poderlo modificar, con el apoyo de Santiago Castro.

El Efecto Viva son dos cosas: rutas nuevas que permitían un incremento significativo en el número de pasajeros transportados. Un ejemplo de esto es la ruta Medellín - San Andrés que pasó de 7 mil pasajeros por mes, a 35 mil personas en solo dos meses de operación de Viva.

El segundo efecto es obvio, si nosotros disminuimos a 100 mil pesos por trayecto, otras aerolíneas colombianas deben hacer lo mismo. Nosotros halamos precios y eso beneficia a la población colombiana.

- Hay algunas historias que son más particulares dentro del libro. Una de ellas se centra en el estilo de comunicación de la aerolínea a través de redes sociales, esa era una oportunidad que no había tenido el grupo de inversionistas cuando lanzó sus aerolíneas en Estados Unidos, Asia o México. ¿Qué otras historias se quedaron por fuera que pudiesen llegar a una segunda edición de ``El Efecto Viva”?

Si bien los abogados quitaron varios episodios, en realidad no quedaron tantas historias interesantes por fuera. Hay mucho detalle sobre la fricción entre los ejecutivos que pudo haber sido más ácido en el libro pero creo que todos los relatos importantes sobre la esencia de la aerolínea quedaron plasmados. No sé si querían algo más fuerte que la historia de una mujer desnuda en el concierto de Madonna, si eso no es suficiente no sé qué más podrían esperar (risas).

Tenemos además muchas historias de personas que no conocían los aviones y con Viva pudieron hacerlo. En las 350 páginas hay muchas anécdotas contundentes que hacen que este libro no sea para expertos en aerolíneas sino para todos.

Encontrarán además los lectores, una lista particular de preguntas de pasajeros como: “¿Debo lavar mi ropa antes de viajar en avión?” o “¿Pueden darme el número del piloto para que me espere en caso de llegar tarde?” El listado era muy extenso pero con lo que incluí creo que pude lograr una reflexión sobre lo que significó la llegada de Viva Air al país.

- Hay dos personas que se mencionan en el prólogo, una es Tatiana Vásquez (esposa) y otra es su mamá. ¿Qué dijeron estas personas cuando leyeron el libro?

Dos personas que siempre creyeron en mí y eso es muy importante. Tatiana siempre tuvo paciencia, yo me levantaba a las 4 de la mañana a escribir cada día y ella siempre estuvo animándome, empujándome.

Mi mamá estuvo en una parte más triste de la historia. Se enfermó poco tiempo después de haber iniciado la escritura y cuando le mencioné mi idea de publicar un libro, me dijo que no lograría terminarlo antes de que falleciera. Fui a visitarla con una única edición preliminar y seis días después falleció. Un momento, sin duda, muy significativo para mi.

- Tengo dos preguntas finales: si yo no soy amante de la aviación ¿Por qué debo leer El Efecto Viva? y si soy amante de la aviación ¿Por qué debo leer El Efecto Viva?

Es interesante porque los que ya lo leyeron, tanto los “Aerosexuales” (que es como llamamos a los amantes de la aviación) como aquellos que desconocen el sector, entienden que esta es la historia de cualquier negocio. Podría ser el inicio de cualquier tipo de empresa, una historia llena de gente apasionada, de luchas, de esfuerzos... Muchos también me dicen que parece una novela porque hay personajes como sacados de la ficción, pero en realidad todo ocurrió. Entonces para los dos grupos ha sido una lectura valiosa.

El Efecto Viva se puede encontrar en formato físico y digital en las principales librerías y portales del país. Los fondos recaudados por la venta del libro irán para la Fundación Viva Air que apoya diferentes causas sociales como la lucha contra el cáncer de seno y la recuperación de San Andrés y Providencia.

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