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Ciencia y medio ambiente

El Valle del Cauca protege el oso andino u osos de anteojos

ACUERDOS PARA PROTEGER A LOS OSOS DE ANTEOJOS

El Valle del Cauca protege el oso andino u osos de anteojos / Foto CVC

Cali

En el marco del Día Mundial de los Animales, en el departamento del Valle del Cauca se adelanta varias acciones para la protección del oso andino en la Cordillera Central y la Cordillera Occidental.

Estas acciones se adelantan a través de una alianza público privada, a través de 40 acuerdos que se han logrado con propietarios para la conservación del oso andino u osos de anteojos.

Con la comunidad, tanto indígenas como campesinos, se ha logrado acciones como por ejemplo dejar parte de su predio en conservación, aislar el bosque para que el oso andino tenga su hábitat y con el Resguardo Nasa Kwes Kiwe, se construyó una propuesta de zonificación y se identificaron y planificación diez predios clave para la conservación de la biodiversidad local y en especial del oso andino y del Complejo de Páramos las Hermosas en su jurisdicción.

El oso andino es el único oso que tenemos en Sudamérica, el único que tenemos en Colombia. Es omnívoro, dispersor de semillas y es un elemento fundamental en los ecosistemas.

Alianza Público Privada

“Tenemos la presencia de investigadores de la WCS (Wildlife Conservation Society) de la CVC, de Parques Nacionales Naturales en una campaña que ha venido siendo apoyada por la Fundación Grupo Argos, y la Fundación Smurfit Kappa. El proyecto se llama Conservamos La Vida y queremos presentar todo el análisis y la investigación que se ha hecho de la existencia y la protección del oso andino en la Cordillera Central y la Cordillera Occidental”, dice Rubén Darío Materón Muñoz, director General de la CVC.

Por supuesto, el papel de las comunidades ha sido fundamental. “Con acciones como por ejemplo dejar parte de su predio en conservación, aislar el bosque para que el oso tenga su hábitat y el proyecto lo que hace es ayudarles a que su sistema productivo sea más eficiente, entonces, apoyamos una ganadería sostenible, entonces, logramos mejorar la vida de los habitantes y a ellos a su vez entienden y dan reconocimiento a la importancia de esta especie y aportan y dan su granito de arena para la conservación del oso andino”, explica por su parte Catalina Gutiérrez Chacón, directora operativa de la WCS.

Uno de los firmantes es Fabián Rivera, copropietario de una finca familiar en zona alta de Palmira en la vereda La Nevera. “Antes teníamos la cultura de mis abuelos de echar ganado al páramo, pero decidimos quitarlo de allá. Gracias a los acuerdos hemos obtenido cercas, herramientas de manejo del paisaje, proyectos de agua, estufas ahorradoras de leña, abrevaderos para el ganado, con lo que evitamos que vaya hasta las quebradas y contamine el agua”, dice Rivera con orgullo.

“Para la CVC uno de los principales logros es que además de tener una alianza público-privada, ahora la comunidad, tanto indígenas como campesinos, son socios del proyecto ya que son más conscientes. Antes veían a las corporaciones como entes que solo llegaban a sancionar pero con este tipo de proyectos, lo que estamos mostrando es que podemos encontrarnos y hacer acuerdos que nos beneficien tanto a las autoridades ambientales en el cumplimiento de sus funciones como a las organizaciones y a los productores para su economía y para su mejoramiento de calidad de vida”, concluye la bióloga María Isabel Salazar del Grupo de Biodiversidad de la CVC.