Cuatro familias en el Atlántico lloran a sus policías muertos en Urabá
Este jueves llegan los restos de los uniformados víctimas de ataque con explosivos
Imagen de referencia(Caracol Radio)
Cuatro familias en el departamento del Atlántico lloran a sus hijos, hermanos y sobrinos, como lo eran los cuatro de los ocho Policías que murieron en el atentado con explosivos contra una patrulla en Urabá al parecer llevado a cabo por el Clan del Golfo.
Uno de ellos era el patrullero Jorge Pacheco Solano, quien a sus 22 años de edad llevaba cinco años prestado su servicio a la institución en Tolima, Cundinamarca y Guaviare. “El domingo lo llevé a la terminal a las 5 de la mañana y él no se quería ir porque me decía que eso estaba caliente”, expresó su papá, con quien comparte su nombre.
La familia dice no entender por qué fue trasladado a esa zona si ya había prestado un servicio en el interior del país. “Él fue trasladado hace tres meses a Malambo para estar más cerca de nosotros y fue llamado para ser parte de la Comisión de la Unidad de Restitución de Tierras”, indicó el hombre con esfuerzo ya que la tristeza no lo dejaba hablar.
Pacheco Solano tenía dos felicitaciones y compartía el sueño de convertirse en padres junto a su compañera sentimental, quien tiene tres meses de embarazo y a quien debieron trasladar a un centro asistencial tras enterarse de la noticia.
“Me decía papi ya me quiero venir para acá porque eso por allá está muy malo. Está muy caliente”, recordó Jorge, quien señaló que para los próximos días de descanso de su hijo le iban a celebrar su cumpleaños número 23 el próximo 29 de mayo.
Otro de los uniformados oriundos del Atlántico que fallecieron en el ataque fue Darlin Rodríguez, quien se había comunicado con su familia en el municipio de Suan la noche anterior al triste suceso.
"Nos pidió que oraramos mucho porque estaba en una zona roja", señaló Keyla, tía del oficial de 29 años de edad que había recibido seis felicitaciones a lo largo de sus seis años en la institución.
La Familia Rodríguez Sarabia en el sur del departamento, nunca pensó que le tocaría despedir a un miembro de su familia víctima del conflicto armado. "Él era una persona y un ser humano extraordinario que siempre estaba pendiente de nosotros", agregó la mujer.
Keyla recordó a su sobrino como una persona muy familiar, perseverante y que luchaba por sus objetivos de vida.
Los otros dos oficiales que resultaron sin vida son José David Pérez Hernández, de 25 años, llevaba 7 años en la Policía Nacional. Era oriundo de Barranquilla y deja un hijo de 5 años. Tenía 9 felicitaciones y Never Sierra Franco, quien es de Sincelejo pero residía en Sabanalarga.
Los cuerpos de los patrulleros llegan este jueves al Atlántico y serán sepultados en sus municipios de origen en horas de la tarde.
