Iris Marín, la defensa de los derechos humanos y la institucionalidad
La Defensora del Pueblo se ha convertido en un rostro y una voz fundamental en los grandes temas de país, la defensa de los derechos humanos y la protección de las instituciones.
Iris Marín, la defensa de los derechos humanos y la institucionalidad
Esta abogada, experta en derechos humanos y actual Defensora del Pueblo, asegura que buena parte de su trabajo lo hace bajo un sentido común de justicia. Iris Marín es uno de los 20 personajes del 2025 de Hora20 de Caracol Radio por cuenta de su trabajo por la defensa de los derechos humanos y la voz que ha alzado en momentos de tensión institucional para el país, “es importante abrir discusiones, hacer un llamado a la sensatez y es emocionante poder abrir esos debates en lo público porque pienso que puede haber una transformación”.
En diálogo con Diana Calderón, Marín asegura que al ser la primer mujer en llegar a la Defensoría del Pueblo, este se convierte en un camino lleno de oportunidades, aunque recuerda que el país está lleno de defensoras de derechos humanos que sin recursos, con miedo y presiones hacen su trabajo en medio de mucha dificultad, “es la posibilidad de mostrar que hay mujeres que estamos interesadas en defender unos intereses y desde un lugar de honestidad ética y desde el corazón”. Remarca que es la oportunidad para demostrar que hay mujeres que tienen la formación, experiencia y posibilidad de aportar a la construcción de país.
Su trabajo en territorio y tenacidad para enfrentarse a los poderosos ha sido reconocida por el país, en ese sentido, asegura que para desarrollar su trabajo en medio de esos riesgos se necesita amor y convicción, “una vez me preguntaron si no me daba miedo dar una declaración y respondo que si me da miedo, no lo hago y la Defensora del Pueblo no debe tener miedo. Esos riesgos los enfrento desde la convicción, hablar desde un lugar honesto, que creo, es lo mejor para el país”.
Sin embargo, el trabajo que hace la Defensoría del Pueblo en algunas ocasiones no parece ser escuchado, como las Alertas Tempranas que advierten sobre riesgos de violencia o violación de derechos humanos, “sí sentimos mucha frustración cuando no logramos hacer que lleguen ciertos llamados, la desarticulación es un gran problema en el Estado y en la respuesta de la defensa de los derechos humanos. Hay muchas labores institucionales que son interesantes, pero no se articulan y constantemente hacemos un llamado, pero debe haber voluntad del más alto nivel porque desarticulados no podremos resolver los problemas más grandes de país”.
Finalmente, planteó que el 2026 traerá varios retos como el avance del proceso electoral en un contexto de violencia, así como la polarización política, el lenguaje discriminatorio, de odio y las mentiras, “todo eso es un reto grande para que el proceso electoral sea libre y en paz”.