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Razón por la que se ha desacelerado la extinción de grupos de plantas y animales: Estudio explica

Se conoció que las tasas de extinción alcanzaron su punto más alto hace aproximadamente un siglo y desde entonces la tendencia ha cambiado.

Rana dorada | Foto: Gustavo González / WCS Colombia

Un estudio reciente de la Universidad de Arizona, liderado por Kristen Saban y John Wiens, replanteó la idea de que la Tierra atraviesa una nueva extinción masiva. Los científicos analizaron una base de datos que abarca casi 2 millones de especies, de las cuales 912 se extinguieron en los últimos 500 años.

Por medio de estos resultados, publicados en la revista ‘Proceedings of the Royal Society of London’, se conoció que las tasas de extinción alcanzaron su punto más alto hace aproximadamente un siglo y desde entonces han mostrado una tendencia a la baja.

Desde la perspectiva de los autores, las proyecciones más alarmistas podrían estar basadas en interpretaciones incorrectas de registros antiguos, que no reflejan con precisión las dinámicas ecológicas y ambientales actuales.

Este estudio sugiere reevaluar los modelos que pronostican el futuro de la biodiversidad y evidencia que, aunque la pérdida de especies sigue siendo un problema grave, el panorama podría no ser tan catastrófico como se pensaba, siempre que se mantengan los esfuerzos de conservación global.

¿Por qué las causas pasadas no predicen las amenazas actuales?

Saban y Wiens identificaron que las causas de extinción han cambiado con el tiempo. Según su investigación, las extinciones históricas fueron impulsadas principalmente por la introducción de especies invasoras en ecosistemas insulares.

Muchas de las especies desaparecidas habitaban islas remotas como Hawái y fueron eliminadas por depredadores llevados por el ser humano, entre ellos ratas, cerdos y cabras, que alteraron drásticamente el equilibrio natural.

En la actualidad, el mayor riesgo para la biodiversidad proviene de la pérdida y fragmentación de hábitats, consecuencia de la expansión agrícola, la urbanización y la deforestación en los continentes.

Por otra parte, los investigadores también señalaron que, hasta ahora, no hay evidencia sólida de que el cambio climático haya incrementado las tasas de extinción en los últimos dos siglos, aunque resaltaron que su impacto futuro podría ser significativo.

El estudio aporta una visión más matizada del estado actual de la biodiversidad y enfatiza la importancia de abordar cada amenaza según su contexto ecológico y geográfico.

¿Qué implicaciones tiene para el futuro de la biodiversidad?

El análisis de 163.000 especies realizado con datos de la ‘Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza’ reveló un cambio notable en los patrones de amenaza y extinción.

En el pasado, los principales afectados eran moluscos y vertebrados que habitaban en islas, mientras que hoy el peligro se concentra en especies continentales cuyo entorno se ve comprometido por la deforestación y la transformación de sus hábitats naturales.

Saban, actualmente estudiante doctoral en la Universidad de Harvard, enfatizó que la investigación no pretende restar gravedad a la crisis ambiental, sino ofrecer una comprensión más precisa de su evolución.

Por su parte, Wiens señaló que la disminución de las tasas de extinción observadas podría estar vinculada al éxito de las políticas y proyectos de conservación impulsados a nivel global.

Finalmente, ambos investigadores coincidieron en que estos resultados confirman que proteger la biodiversidad genera efectos reales y sostenibles, y que la ciencia debe continuar guiando las estrategias ambientales del futuro.