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Científico de Harvard cree que cometa 3I/ATLAS sería responsable de una señal recibida hace 48 años

El astrofísico Avi Loeb de Harvard sugiere que la famosa señal “WOW! signal” de estaría relacionada con 3I/ATLAS.

Cometa 3I/ATLAS y señal Wow

Una de las señales más enigmáticas jamás captadas por la humanidad en el espacio profundo podría tener un nuevo protagonista: un objeto interestelar llamado 3I/ATLAS, que se encuentra actualmente atravesando nuestro sistema solar y que en los próximos días hará un paso cercano a Marte.

El planteamiento lo hace Avi Loeb, reconocido astrofísico de la Universidad de Harvard, quien en sus últimas publicaciones ha señalado que existen coincidencias llamativas entre la trayectoria de este objeto y la ubicación del “WOW! signal”, una emisión de radio detectada hace casi medio siglo y que hasta ahora sigue sin explicación.

El origen del famoso “WOW! signal”

El 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio “Big Ear” de la Universidad Estatal de Ohio registró durante 72 segundos una potente señal que llamó la atención del astrónomo Jerry Ehman, quien escribió la palabra WOW! en el papel del registro. Desde entonces, la señal se convirtió en un misterio: tenía características que no se parecen a emisiones naturales conocidas y, durante décadas, ha alimentado teorías sobre un posible origen extraterrestre.

De acuerdo con Loeb, existe una coincidencia estadísticamente significativa entre la región del cielo donde apareció la señal y la posición de 3I/ATLAS en esos mismos días de 1977. Según sus cálculos, la probabilidad de que ambos puntos se alinearan de manera aleatoria es de apenas 0,6%, lo que refuerza la hipótesis de una conexión.

Un visitante interestelar con comportamientos extraños

El objeto 3I/ATLAS fue detectado por primera vez en el verano de 2025 y desde entonces ha despertado múltiples preguntas. Aunque oficialmente se le ha clasificado como un cometa interestelar, Loeb y otros investigadores han observado comportamientos que no corresponden con lo que se espera de un cuerpo de este tipo.

En imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble en agosto, el objeto parecía generar su propia luminosidad, algo inusual para un cometa convencional. Para Loeb, una explicación alternativa es que se trate de una nave interestelar que utiliza algún tipo de fuente de energía avanzada, posiblemente propulsión nuclear.

“3I/ATLAS podría ser una especie de vehículo diseñado artificialmente, cuya misión aún desconocemos”, señaló Loeb en un reciente artículo científico, en el que incluso sugirió que el polvo que emite podría ser residuos acumulados durante un largo viaje interestelar.

¿Coincidencia o evidencia de tecnología extraterrestre?

Para que la señal captada en 1977 proviniera de un objeto como 3I/ATLAS, habría sido necesario un transmisor con una potencia comparable a la de una planta nuclear terrestre, lo cual supera por mucho la capacidad natural de cualquier cometa.

Los críticos de esta teoría subrayan que hasta ahora no se ha encontrado ninguna evidencia directa de tecnología en la superficie del objeto. La mayoría de astrónomos lo consideran un cometa con una composición química distinta a los que se forman en nuestro sistema solar.

Sin embargo, Loeb insiste en que la coincidencia merece atención: “Si alguna vez detectamos una señal artificial de un objeto interestelar, debemos estar preparados para decidir cómo responder”, advirtió. Incluso lanzó una alerta sobre los riesgos: “Un visitante de este tipo podría ser un ‘caballo de Troya’ interestelar con consecuencias imprevisibles para el futuro de la humanidad”.

Una oportunidad única para la ciencia

La trayectoria de 3I/ATLAS lo llevará a pasar cerca de Marte el 3 de octubre, lo que ofrece a las agencias espaciales la oportunidad de observarlo con mayor detalle. NASA, de hecho, ha habilitado un sistema de seguimiento en línea que permite visualizar en tiempo real el recorrido del objeto, que se aprecia como una enorme roca con una cola blanquecina.

En paralelo, varias sondas cercanas a Marte y Júpiter podrían obtener datos cruciales durante las próximas semanas, información que tal vez ayude a resolver si estamos ante un simple cometa exótico o frente a un visitante mucho más intrigante.

Mientras tanto, el “WOW! signal” continúa siendo uno de los grandes enigmas de la astronomía moderna. La posible relación con 3I/ATLAS no solo renueva el debate sobre la existencia de vida inteligente fuera de la Tierra, sino que abre la puerta a nuevos estudios que podrían cambiar para siempre nuestra comprensión del universo.