Residuos en Colombia: ¿hasta cuándo depender de rellenos sanitarios?
La mirada debe dirigirse hacia modelos de economía circular que prioricen el reciclaje.
Relleno sanitario de Pirgua deberá recibir los residuos sólidos de 126 municipios de Boyacá, Cundinamarca y Santander / Foto: Suministrada.
Cada año en Colombia se entierran cerca de 17 millones de toneladas de residuos en rellenos sanitarios. Muchos de estos espacios están llegando al límite de su capacidad, lo que genera graves impactos ambientales, sociales y económicos.
Cabe destacar que la experiencia internacional ha demostrado que ampliar la vida útil de los rellenos no es una solución sostenible. De esta manera, la mirada debe dirigirse hacia modelos de economía circular que prioricen el reciclaje, la valorización de residuos y la reducción en la generación de desechos.
“Muchos países desde Alemania hasta Honduras han aprovechado la capacidad de su industria de cemento para gestionar residuos logrando no solamente evitar que millones de toneladas sean enterradas en rellenos sanitarios”, explicó Manuel Lascarro, director general de la Cámara Colombiana del Cemento y el Concreto (Procemco).
Coprocesamiento: ¿cómo los hornos cementeros pueden transformar los residuos en energía?
El coprocesamiento es una alternativa que aprovecha los altos niveles de temperatura de los hornos cementeros para sustituir combustibles fósiles por residuos con poder calorífico.
Este proceso también contribuye a disminuir gases de efecto invernadero como el metano y se apoya en sistemas de control de emisiones más estrictos que otros métodos.
Aunque la producción de cemento sigue siendo una actividad de alto consumo energético y generadora de CO₂, el coprocesamiento demuestra que, con innovación y regulación adecuada, esta industria puede ser parte de la solución hacia una economía más sostenible.
Por otra parte, materiales como papel, cartón, llantas, telas, maderas y colchones usados pueden convertirse en fuente de energía, evitando su disposición final en rellenos sanitarios.
Según Procemco, en 2024 se coprocesaron cerca de 100.000 toneladas de residuos en Colombia, cifra que equivale a lo que Bogotá entierra en diez días.
Este modelo, aplicado en Europa desde los años 70 y en países como México, reduce desechos e impulsa el reciclaje y la descarbonización industrial.
“La prioridad debería ser desarrollar más los modelos de economía circular a nivel nacional y regional y esto requiere, además de normativa, impulsar los modelos de economía circular desde la política pública con el apoyo del sector privado”, agregó Lascarro.
Economía circular en acción: ¿qué necesita Colombia para escalar esta solución?
En Colombia, solo el 10% de la energía utilizada en la industria cementera proviene hoy de residuos, aunque la meta a 2030 es llegar al 15%. Con los incentivos adecuados, la cifra podría aumentar de forma significativa.
El reto está en mejorar la educación ciudadana sobre separación en la fuente, robustecer la infraestructura logística y consolidar un marco regulatorio claro y estable.
“Esto incluye establecer estándares técnicos y ambientales, simplificar permisos y facilitar la creación de incentivos financieros que impulsen las inversiones orientadas a la descarbonización del sector”, señaló Thomas Monducci Frischknecht, oficial de inversiones en la Corporación Financiera Internacional.
Desde otra perspectiva, vale la pena resaltar que eventos como el V Foro ‘Gestión de Residuos e Industria del Cemento’ buscan generar consensos entre gobierno, empresas, academia y sociedad civil para acelerar la transición hacia una economía circular, baja en carbono y con mayor valor agregado para el país.
“También será clave actualizar las normativas para permitir el procesamiento de distintas fuentes de combustible, que pueden ir desde biomasa hasta neumáticos o combustibles derivados de residuos”, concluyó Monducci.