El Jubileo de los Jóvenes termina con una misa multitudinaria en Roma presidida por el papa
La peregrinación juvenil llega unos tres meses después del inicio del pontificado de León XIV y 25 años después de que el papa Juan Pablo II organizara el último evento juvenil de esta magnitud en Roma.

Más de un millón de personas asistieron a una misa en Roma presidida por el papa León XIV que cierra el llamado Jubileo de los Jóvenes, un evento que ha reunido durante una semana a participantes de todo el mundo.
La misa se celebró en un gran explanada en las afueras de la ciudad, al igual que el resto de celebraciones de este jubileo juvenil, unos de los momentos destacados del Año Santo, que atrajo a medio millón de jóvenes a Roma.
Antes de una vigilia nocturna encabezada por el sumo pontífice, los organizadores confirmaron la asistencia de 800.000 personas en el enorme espacio al aire libre habilitado en el distrito de Tor Vergata, en las afueras de la capital italiana.. Y este domingo, el Vaticano anunció que la cifra había aumentado a un millón de asistentes.
La mayoría de los presentes durmieron en el suelo, en tiendas de campaña, sacos de dormir o colchonetas, esperando la misa bajo un cielo soleado.
“Hay una inquietud importante en nuestro corazón, una necesidad de verdad que no podemos ignorar, que nos lleva a preguntarnos: ¿Qué es realmente la felicidad? ¿Cuál es el verdadero sabor de la vida? ¿Qué es lo que nos libera de los pantanos del sinsentido, del aburrimiento y de la mediocridad?”, se preguntó el papa de 69 años en su homilía.
“Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen”, dijo León XIV a los jóvenes.
“Sigan caminando con alegría tras las huellas del Salvador, y contagien a los que encuentren con el entusiasmo y el testimonio de su fe. ¡Buen camino!”, lanzó para despedir a los jóvenes que ahora regresarán a sus casas.



