Apoyo a desplazados del conflicto armado que ahora lo perdieron todo en Granizal
Desplazados por la violencia y afectados por el deslizamiento en Bello se encuentran recibiendo ayuda.
Víctimas del conflicto armado y de la tragedia en Granizal reciben atención. Foto: Unidad de víctimas.
Bello, Antioquia
Tras el deslizamiento ocurrido el pasado 24 de junio en el sector de Granizal, que dejó 27 personas muertas y más de un centenar de afectados, la Unidad de Víctimas de Antioquia adelanta jornadas de atención para personas que, además de perder sus viviendas por el desastre, ya habían sido desplazadas por el conflicto armado.
Leidy Godoy, víctima y desplazada de Tumaco, Nariño, tuvo que huir de su lugar de origen por la violencia entre grupos armados y las autoridades; posteriormente, ella y su familia se instalaron en Granizal hace 16 años, en medio de una invasión. Allí, aunque en condiciones precarias, lograron establecerse. “No dignamente, pero sí podíamos tener un techo para dónde meternos”, expresó.
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El deslizamiento ocurrido tras las fuertes lluvias, los obligó a evacuar de nuevo, esta vez en medio del miedo y la incertidumbre. “Ya estábamos quedándonos dormidos cuando los vecinos empezaron a correr, cuando escuchamos el estruendo. Logramos salir como estábamos, desnudos, sin zapatos, mientras la avalancha venía atrás de nosotros”.
Leidy, madre de varios hijos, asegura que la situación le hizo revivir el trauma del desplazamiento forzado y que el impacto emocional luego del deslizamiento ha sido profundo. Sus hijos también se encuentran afectados con incertidumbre y miedo por la pérdida de su vivienda. En medio del caos, lo que más anhela es poder reconstruir su vida en condiciones dignas y estables.
La Unidad de Víctimas trabaja actualmente en el territorio con acompañamiento psicosocial, verificación de necesidades urgentes y orientación sobre indemnizaciones pendientes y ayudas humanitarias. Las familias esperan claridad sobre su situación y garantías para no volver a empezar desde cero.