Peajes, salud, diésel, inflación y otras cifras imprecisas de Petro en su discurso en el Congreso
Gustavo Petro presentó varias cifras ambiguas e imprecisas. En el debate de “Hora 20” profundizamos sobre estas:
Gustavo Petro. Foto: Presidencia
En la instalación del Congreso, el presidente Gustavo Petro presentó varias cifras ambiguas e imprecisas. En el debate de “Hora 20” profundizamos sobre estas:
- “Yo recibí un país con una inflación de más del 13% (...) pues bien, esa inflación la hemos bajado al 4,82%”.
Aunque el mandatario haya afirmado esto, la inflación que recibió del anterior gobierno fue más baja. Según cifras del Dane correspondientes a julio del 2022, cuando Petro asumió la presidencia, la inflación estaba en 10,21%.
La cifra que mencionó Petro en su discurso es más cercana a la presentada en marzo de 2023 (13,34%), correspondiente a su mandado, no el de Duque. Sin embargo, dicha cifra fue producto de una tendencia creciente de la inflación vista en agosto del 2022 donde la inflación estaba en 10,84%. Desde entonces la inflación ha disminuido hasta ubicarse en 4,82% en junio del 2025.
- “Recibimos un país con el 13,8% de inflación y el 25% de crecimiento anual de los alimentos (…)”.
Al igual que la inflación total, la inflación de los alimentos fue tratada por el Presidente. De acuerdo con cifras del Dane, en julio del 2022 la inflación de los alimentos fue de 24,61%, cercana a la cifra del discurso, pero no exacta. Tras una comparación con el mismo mes de los años siguientes: la inflación en julio del 2023 fue de 13,24%, 5,26% en 2024 y 4,31% 2025. En otras palabras, sí se ha reducido el precios de los alimentos.
- “No subí el diésel.”
Durante la administración Petro, el precio del diésel ha registrado seis incrementos por medio de decreto. Los dos primeros se aplicaron en septiembre y diciembre de 2024, con alzas de $400 pesos cada uno, en cumplimiento de acuerdos con transportadores para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
En 2025, los aumentos continuaron: en enero el precio subió 169 pesos, en febrero $45 pesos, en marzo $75 y en junio otros $34. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, anunció recientemente que el precio del diésel seguirá ajustándose para los vehículos que no son de carga, hasta igualarse con el valor internacional.
- “No subí los peajes.”
Al inicio de su mandato, el presidente Petro decidió congelar los precios de los peajes como medida para aliviar el impacto de la inflación, que en 2022 alcanzó el 13,12 %. En enero de 2023, firmó un decreto que suspendió los incrementos tarifarios durante todo ese año.
No obstante, esta decisión generó un déficit fiscal significativo, estimado en más de $400.000 millones, según reportó El País. Ante esta situación, en 2024 el gobierno retomó los ajustes: el 16 de enero los peajes subieron un 13,12 %, correspondiente a la inflación de 2022, junto con un 2 % adicional por actualización del Fondo de Seguridad Vial.
Los incrementos continuaron en agosto de ese mismo año, con un alza del 4,64 %, equivalente a la mitad de la inflación de 2023. En 2025, se han aplicado tres ajustes: un 2,7 % en enero, seguido de un 1,86 % en abril —para completar el ajuste por la inflación restante de 2023— y un nuevo aumento del 5,20 % el 16 de enero, con base en la inflación proyectada de 2024.
- “Subí el salario mínimo como ninguno.”
Durante su administración, el presidente Gustavo Petro ha decretado tres incrementos consecutivos al salario mínimo. En 2023, el sueldo básico pasó a $1.160.000, con un aumento nominal del 16 % frente a 2022. En 2024, subió a $1.300.000, lo que representó un alza del 12 %. Y en 2025, alcanzó los $1.423.500, con un incremento del 9,53 %.
Sin embargo, estos valores no consideran el impacto de la inflación, factor clave para calcular el salario real, que refleja el poder adquisitivo efectivo de los trabajadores. Al ajustar las cifras con la inflación del año anterior, el mayor aumento del salario mínimo real en las últimas cuatro décadas lo realizó el gobierno de Iván Duque en 2022, con un 4,4 %. Le sigue el incremento de 2025 bajo el gobierno Petro, con una mejora real del 4,3 %. Aun así, si se comparan los tres primeros años de cada gobierno, el de Petro ha logrado un aumento real acumulado del salario mínimo mayor que el de Duque: 9,68% frente a 6,91%
- “Hemos incautado 2.366 toneladas de cocaína en estos tres años, un 62% más que el gobierno pasado (…)”
De acuerdo con cifras del Ministerio de Defensa con corte al 30 de junio de 2025, el gobierno de Gustavo Petro ha decomisado 2.345 toneladas de cocaína desde su posesión el 7 de agosto de 2022, un dato que respalda lo expuesto por el mandatario en el Congreso. Esta cifra representa un incremento del 65 % frente a las 1.418 toneladas incautadas durante los primeros tres años de gobierno de Iván Duque.
Aunque los decomisos han alcanzado niveles históricos, la producción de cocaína pura en el país ha crecido a un ritmo aún mayor. En 2023, Colombia produjo más droga que en años anteriores, y el gobierno logró incautar solo el 28 % del total, el porcentaje más bajo en una década, una caída de 10 puntos porcentuales respecto a 2022.
- “Hemos creado 193 mil cupos más en la universidad pública (…)”
Aunque el presidente Petro y el ministro Daniel Rojas aseguran que se han creado entre 150.000 y 193.000 nuevos cupos en educación superior pública desde 2022, los datos oficiales no lo confirman. Según el profesor Jaime García en una investigación con El Colombiano, aún no se ha creado ningún cupo.
El Plan Nacional de Desarrollo incluye 60 proyectos de infraestructura con capacidad estimada para 51.451 cupos, apenas el 34,3 % de lo prometido por Petro y el 26,6 % de lo afirmado por Rojas. De esos proyectos, solo uno ha sido entregado y no genera nuevos puestos para estudiantes.
- “En tres años logramos salvar la vida de miles de bebés, de niños y niñas.”
El presidente Petro resaltó mejoras en salud pública, como la reducción en mortalidad infantil, materna y perinatal. Si bien algunas de estas cifras reflejan progresos importantes, otras deben entenderse dentro de una tendencia de largo plazo que ya venía dándose en gobiernos anteriores.
Uno de los principales logros mencionados fue la reducción en la mortalidad infantil en menores de un año. Según estadísticas del Dane, aunque ésta bajó efectivamente en 2024, lo cierto es que este indicador lleva más de dos décadas en descenso. La reducción en 2024 fue de -4,7%, ligeramente menor a la registrada en 2023 de -6.7%.
La mortalidad infantil y en menores de cinco años mantiene una tendencia a la baja en número de muertes: pasó de 8.709 en 2022 a 8.105 en 2023 y luego a 6.870 en 2024. Sin embargo, la tasa ajustada por nacimientos no siguió una reducción continua. En 2023, la tasa de mortalidad infantil subió ligeramente de 15,0 a 15,2 por cada mil nacidos vivos (un aumento del 1,3 %), antes de caer significativamente a 13,1 en 2024, una reducción del 13,8 %. Esto indica que, aunque hubo menos muertes cada año, la mejora real en la tasa solo se evidenció con claridad en 2024.
También en la mortalidad perinatal, se muestra un cambio estructural. Entre 2022 y 2023, las muertes bajaron de 10.032 a 9.421, pero el mayor impacto se dio en 2024, con una reducción hasta 6.714 muertes. La tasa pasó de 15.9 en 2022 a 15.8 en 2023 (casi sin cambio), pero en 2024 descendió a 14.2, lo que representa una caída del 10 %, la más grande del período.
Curiosamente, el mayor cambio ocurrió en 2024, cuando ya había más equipos básicos de salud (EBS), pero el primer quiebre importante ocurrió en 2023, cuando apenas estaban comenzando a implementarse. Esto sugiere que puede haber otros factores influyendo además de la expansión de los EBS.
Finalmente, la tasa de mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT) fue presentada como un éxito notable al comparar 2022 con 2024. En efecto, esta tasa pasó de 236 muertes por cada 100.000 habitantes en 2022 a 219 en 2024, lo que representa una reducción del 10,2 %. No obstante, este análisis presente en el discurso omite que en 2023 la tasa subió a 244, su valor más alto en años recientes, antes de volver a descender, lo que distorsiona la narrativa de una mejora sostenida. Además, resulta cuestionable atribuir esta caída a los equipos básicos de salud, ya que las ENT —como el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares— tienen causas y efectos de largo plazo, por lo que es improbable que medidas recientes hayan producido un impacto tan inmediato en la mortalidad.