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Cirujano cardiovascular advierte que infartos en jóvenes aumentan: ocurren antes de los 30 años

El experto expuso cuáles son las causas que más están afectando a los jóvenes, frente a su salud cardiovascular.

Infarto en jóvenes, imagen de referencia (Getty Images). / RgStudio

En principio, es importante resaltar que durante mucho tiempo, las enfermedades del corazón se consideraron un problema exclusivo de la vejez. Se pensaba que dolencias como el infarto o la insuficiencia cardíaca eran consecuencia directa de décadas de malos hábitos y envejecimiento natural.

No obstante, en los últimos años, esta realidad ha cambiado drásticamente. Cada vez son más frecuentes los casos de adultos jóvenes, entre los 20 y los 30 años, que llegan a urgencias con eventos cardiovasculares graves.

Esta tendencia preocupa a especialistas como el doctor Erick Castro, cirujano cardiovascular, quien señaló que hasta un 15% de los infartos agudos atendidos en unidades especializadas afectan a personas jóvenes, muchas sin antecedentes médicos relevantes.

Esta situación ha puesto en alerta al sistema de salud porque evidencia un cambio en los factores de riesgo tradicionales. El estrés crónico, la mala alimentación, el sedentarismo, el consumo de sustancias y la falta de chequeos médicos tempranos se perfilan como detonantes determinantes.

De esta manera, se vuelve urgente repensar las estrategias de prevención con enfoque integral y adaptado a esta nueva generación. “El mayor error que podemos cometer como sociedad es creer que la juventud es garantía de salud cardiovascular”, agregó Castro.

¿Por qué son importantes los buenos hábitos?

Las enfermedades cardíacas ya no son exclusivas de los adultos mayores. En Colombia, los jóvenes están muriendo cada vez más por causas isquémicas del corazón. Los malos hábitos disparan enfermedades como la hipertensión y la dislipidemia, detonantes de infartos en edades cada vez más tempranas.

Según cifras del DANE, entre 2021 y 2022 fallecieron 835 personas entre los 30 y 39 años y 331 entre los 20 y 29 por esta razón. Aún más alarmante es el aumento de muertes entre adolescentes: en el grupo de 15 a 19 años se registró un incremento del 73,7 % frente a 2020, y en los de 25 a 29 años, del 41,1 %.

Por su parte, el doctor Castro, que además es director del ‘Centro Cardiovascular Medihelp’, advirtió que esta tendencia refleja un deterioro acelerado de la salud en jóvenes.

En su análisis, señaló tres factores dominantes: la obesidad, el sedentarismo y la mala alimentación. Además, manifestó que casi el 25 % de los niños en Colombia presenta exceso de peso, y el 17,7 % de los adolescentes está en riesgo de sobrepeso u obesidad, lo que termina afectando a los jóvenes mientras crecen, según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional.

Desde otra perspectiva, el médico también se enfocó en el consumo de tabaco. “Aunque tradicionalmente el tabaquismo era una conducta de adultos, los nuevos hábitos de vapeo han introducido riesgos cardiovasculares en la juventud. Estudios demuestran que tanto fumar como vapear causan inflamación vascular y daño endotelial, aumentando el riesgo de infartos y arritmias”, explicó.

Ante factores invisibles se requiere prevención urgente

Como ya se mencionó, el estilo de vida de muchos jóvenes ha cambiado radicalmente en los últimos años, y con ello, también su salud cardiovascular. La hiperconectividad digital, junto con las exigencias académicas y laborales, ha generado un aumento significativo del estrés crónico y los trastornos del sueño.

Según Castro, estas condiciones promueven procesos inflamatorios, aterosclerosis precoz, desequilibrios hormonales y alteraciones en la presión arterial, lo que debilita el corazón desde edades tempranas, a esto se le suma el consumo de sustancias psicoactivas.

“Sustancias como cocaína, cannabis y anfetaminas elevan agudamente la presión arterial y alteran los ritmos cardíacos. Incluso personas sin antecedentes pueden sufrir infartos o arritmias graves tras su consumo”, dijo Castro.

Frente a este panorama, el especialista propone un enfoque integral: crear un ecosistema clínico y tecnológico que aborde desde la prevención hasta los tratamientos avanzados.

Mutaciones como la hipercolesterolemia familiar o síndromes arritmogénicos pueden permanecer ocultas y manifestarse en eventos súbitos, incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas”, añadió.

Finalmente, el médico sugirió implementar campañas contra el vapeo, jornadas de tamizaje, y acciones educativas en universidades y empresas para atacar las causas desde la raíz y proteger a las nuevas generaciones.