No podemos levantar el racionamiento en esta temporada seca: gerente Acueducto de Bogotá
Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, para abordar si se levantará o no el racionamiento de agua en Bogotá.

No podemos tomar decisión definitiva de levantar racionamiento en temporada seca: gerente Acueducto
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Gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda / Mauricio Duenas Castaneda (EFE).
La Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) emitió la Resolución No. 760 del 31 de marzo de 2011, autorizando la captación de 1,56 m³/s adicionales del río Bogotá durante cinco meses.
No obstante, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) afirmó que esta decisión no garantiza el levantamiento del racionamiento.
Para la EAAB, la medida reduce la captación en meses importantes, afectando el suministro. Mientras la empresa esperaba un aumento de 49 millones de m³ al año, solo se aprobaron 4,66 millones.
En este contexto, Natasha Avendaño, gerente de la EAAB, afirmó que hay que tener mucho cuidado con las declaraciones que se hacen sobre este tema, en particular por las responsabilidades que deben asumir los involucrados.
“Nosotros tenemos que estar seguros de que, en el momento en que levantemos el esquema de racionamiento que ha operado por poco menos de un año en la ciudad de Bogotá, lo hagamos con tranquilidad, porque efectivamente ha habido un quiebre en la tendencia de las precipitaciones en el sistema Chingaza”, agregó.
¿Qué dice el Acueducto, con base en la declaración de la CAR?
Avendaño explicó que el quiebre en la tendencia hídrica suele ocurrir en abril, permitiendo asegurar el suministro de agua no solo para este año, sino hasta 2026, ojalá sin recurrir a racionamientos en Bogotá.
Además, mencionó que la empresa solicitó aumentar el caudal concesionado de 8 a 9,56 m³ por segundo, respaldado por la optimización de la Planta de Tibitoc.
No obstante, la corporación solo aprobó un aumento temporal de cinco meses, reduciendo el caudal a 6 m³ en temporada seca, lo que genera mayor presión sobre el sistema y condiciona la concesión, sin otorgar plenamente lo solicitado.
“La expectativa de la empresa al hacer esa solicitud era obtener un aporte adicional de 49 millones de metros cúbicos, pero lo que realmente nos están notificando es que solo alcanzamos 4,6 millones de metros cúbicos, es decir, menos del 10 % de lo que solicitamos”, agregó.
Más allá de lo técnico, ¿Se puede suspender el racionamiento?
La gerente señaló que hace diez días se advirtió que no consideraran cambios hasta alcanzar el 50 % de capacidad. Destacó que las decisiones se deben tomar con base en evaluaciones y condiciones favorables.
Añadió que hasta que no haya certeza sobre la consolidación del año hidrológico y niveles de afluencia estables, no se tomarán nuevas medidas. Sin embargo, enero, febrero y marzo han mostrado afluencias superiores al promedio histórico, lo cual es positivo.
De esta manera, el mes de Abril será determinante para definir el panorama. “No podemos tomar una decisión definitiva sobre el racionamiento en plena temporada seca; eso no tendría sentido”, dijo. Además, hizo énfasis en la importancia de fomentar el consumo responsable y mantener el hábito del ahorro incluso después de levantar la restricción.
De aquí en adelante: ¿A quién se le debe creer, a la CAR o al Acueducto?
Avendaño sostuvo que nunca han hecho pronunciamientos apresurados sin respaldo verificado. Destacó que el Acueducto es el responsable de garantizar el servicio de agua potable en Bogotá y municipios cercanos, por lo que toma las decisiones operativas.
Expresó que el reciente anuncio también fue sorpresivo para ellos y que jamás comunicarán medidas sin fundamento técnico.
Adicionalmente, mencionó que, pese a atender los procedimientos de la CAR, la respuesta obtenida fue muy inferior a lo solicitado, sin alcanzar el 10 % del caudal adicional requerido. Anunció que interpondrán recursos, ya que futuras restricciones afectarían gravemente el suministro.
Finalmente, frente a la situación, Avendaño concluyó: “eso nos obligará a utilizar más agua del sistema Chingaza, lo que generará estrés en el recurso en los meses de menor afluencia. En pocas palabras, se nos está imponiendo una decisión operativa que podría afectar la estabilidad del abastecimiento a futuro”.