Medellín inaugura su primera biofábrica comunitaria para fortalecer la producción sostenible
El nuevo espacio en el barrio Aranjuez, impulsará la generación de abonos orgánicos y biopreparados para la regeneración de suelos.

Biofábrica comunitaria para fomentar la sostenibilidad ambiental. Foto: alcaldía de Medellín.
Medellín
Con el objetivo de fomentar la sostenibilidad ambiental y la soberanía alimentaria, la Alcaldía de Medellín puso en marcha su primera biofábrica comunitaria, un centro especializado en la producción de materiales biológicos como abonos orgánicos, biopreparados y caldos minerales. Esta instalación, ubicada en la Casa Museo Pedro Nel Gómez, en la comuna 4 Aranjuez, al nororiente de Medellín, busca fortalecer la producción de alimentos libres de químicos y promover la conciencia ambiental en la comunidad.
La biofábrica fue inaugurada con un taller en el que expertos en agroecología capacitaron a los asistentes en la elaboración de ‘Bocashi’, un abono fermentado, así como en la activación y reproducción de microorganismos de montaña, fundamentales para mejorar la calidad del suelo.
La Secretaría de Medio Ambiente anunció que se realizarán tres talleres adicionales abiertos al público, con inscripción previa a través de las redes oficiales de la Alcaldía de Medellín.
“La agroecología es mucho más que sembrar alimentos, es sembrar conciencia, comunidad y sostenibilidad. Con la biofábrica y las ecohuertas, Medellín demuestra que el desarrollo y la conservación pueden ir de la mano”, destacó la secretaria de Medio Ambiente, Elizabeth Coral Duque.
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Ecohuertas urbanas, una apuesta por la sostenibilidad
Por otro lado, la capital antioqueña avanza en la implementación de 201 ecohuertas, espacios productivos que transforman áreas urbanas en zonas agrícolas sostenibles. De estas, 156 fueron financiadas con recursos del Presupuesto Participativo y 45 con el respaldo de la Secretaría de Medio Ambiente.
Hasta el momento, se han desarrollado 17 huertas en instituciones educativas, 12 comunitarias y 16 familiares, beneficiando a 727 personas. Estas iniciativas fomentan la colaboración ciudadana y la apropiación del territorio, además de contribuir a la captura de dióxido de carbono, la reducción de la erosión del suelo y el aprovechamiento de residuos orgánicos mediante el compostaje.
Las ecohuertas han sido adaptadas a diferentes espacios, ya sea en terrenos blandos, estructuras de madera inmunizada o canastillas plásticas para hogares con espacio limitado. Para este año, se proyecta la creación de 239 nuevas huertas en seis comunas priorizadas a través del Presupuesto Participativo.
Con la puesta en marcha de la biofábrica comunitaria y la expansión de las ecohuertas, la Tacita de Plata, busca reforzar su compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo de prácticas agrícolas responsables, consolidándose como una ciudad que apuesta por la producción agroecológica y la conservación del medio ambiente.