Radican proyecto de ley para regular prácticas en neurociencia y neurotecnología: ¿de qué se trata?
La iniciativa busca establecer principios con un enfoque en pro de los Derechos Humanos.

Senador Carlos Julio González, de Cambio Radical. Foto: X.
Congreso
El senador Carlos Julio González radicó un proyecto de ley que pretende regular y establecer unos principios en materia de neurociencias, neurotecnologías y derechos humanos, con el objetivo de dejar claros los estándares para la investigación, desarrollo y aplicación de estos campos, pero protegiendo la dignidad humana y los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política.
“El cerebro ha sido siempre un enigma para la ciencia. En los últimos 20 años hemos logrado avanzar en su conocimiento de manera significativa, sobre todo desde el desarrollo de nuevas tecnologías, desde la neurociencia y la neurotecnología, que está permitiendo registrar la actividad del cerebro y el sistema nervioso central, posibilitando diagnosticar, evaluar e incidir en la actividad neurológica”, empezó explicado el parlamentario.
El congresista de Cambio Radical añadió que “estos datos cerebrales se llaman neurodatos, son únicos y personales, como una huella dactilar única para cada persona. Los neurodatos se pueden utilizar para comprender un individuo en su integralidad, no solo médica sino también comportamental. Hoy tenemos usos que nos han permitido avanzar en el diagnóstico y el diseño de nuevas intervenciones para enfermedades mentales, neurodegenerativas o psiquiátricas, Alzheimer, esquizofrenia, Parkinson, epilepsia y otros. Pero también pueden usarse para fines contrarios a la dignidad humana generando grandes problemas jurídicos y sociales”.
Es por esta razón, añadió, que “a través de este proyecto de ley estamos regulando principios que permitan proteger la integridad, la privacidad y la autonomía de las personas en la aplicación de estas nuevas tecnologías. La finalidad es no perder la privacidad que tenemos sobre nuestro propio cerebro, el derecho a nuestra identidad cerebral natural, a decidir por nosotros mismos sin ser manipulados o programados, incluso un acceso equitativo a estas nuevas tecnologías”.
Advirtió que “hoy se visualizan usos comerciales y recreativos, no solo médicos que son tan importantes y han tenido tan buenos resultados, sino también gafas, cascos, bandas y una gran variedad de nuevos usos que nos permiten predecir la importancia de preservar la dignidad humana y la importancia de que los derechos humanos también funcionen en estos ámbitos”.
Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de universidades como Los Andes y El Rosario, tendrá que superar cuatro debates entre Senado y Cámara para poderse convertir en una realidad.