Muchas familias van a ver desvalorizadas sus propiedades: Camacol sobre resolución Sabana Bogotá

El Ministerio de Ambiente de Colombia ha desatado una controversia alrededor de su propuesta de ordenamiento ambiental para la Sabana de Bogotá.

La resolución busca proteger ecosistemas estratégicos y regular la expansión urbana, estableciendo límites en el uso del suelo y el agua.

No obstante, autoridades locales y gremios económicos han expresado su rechazo, argumentando que la medida amenaza proyectos importantes de infraestructura, movilidad y vivienda.

Por su parte, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, han calificado la iniciativa como una violación a la autonomía territorial.

Adicionalmente, advirtieron que podría frenar la ampliación de vías, el desarrollo del metro y la construcción de viviendas, afectando la economía regional. Mientras se debate la legalidad de la norma, el Ministerio de Ambiente insiste en su necesidad para enfrentar el cambio climático y garantizar la sostenibilidad.

En este orden de ideas, el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, estuvo tras los micrófonos de 6AM para discutir la problemática, puntualmente desde la manera en la que afecta al sector que representa: construcción.

¿Qué le pasaría a la construcción en Cundinamarca y en Bogotá si se implementa esta resolución?

Según Herrera es muy grave esta implementación. Explicó que se congelan todos los procesos de urbanización formal en la sabana.

“Los estudios que hemos adelantado hasta el momento nos indican que la afectación sería de alrededor de 360.000 unidades de vivienda, que es la oferta que tenemos para los próximos seis años. De esas, 240.000 serían viviendas de interés social para los hogares de menores ingresos”, agregó Herrera.

Además, sostuvo que la resolución afectaría territorios a lo largo de Bogotá y municipios de la sabana en 60 planes parciales. “Es un nivel de afectación que nos debe hacer pensar qué vamos a hacer con todas las personas que seguirán demandando vivienda”, dijo.

Según las cifras del DANE, de aquí a 10 años, se necesitarán cerca de 1′000.000 de viviendas nuevas. Para Herrera, la verdadera pregunta es: ¿van a ser formales o van a ser informales, agravando aún más las condiciones ambientales que se pretenden proteger con esta resolución?

¿Cuál puede ser el impacto en territorios de la capital?

Desde la perspectiva de Camacol, la resolución podría afectar terrenos con licencia si aún no han sido desarrollados. Herrera advirtió que algunos predios tendrán que evaluarse para determinar si deben destinarse a agricultura o protección forestal, lo que deja dudas sobre su verdadero impacto.

Aunque se afirma que los planes de ordenamiento no se verán afectados, esto no es cierto. Herrera explicó que en Bogotá, 138 barrios consolidados ahora aparecen como humedales, pese a haber sido legalizados hace años.

Dijo que estas decisiones impactan el patrimonio de los ciudadanos, especialmente en localidades como Bosa y Kennedy, generando preocupación sobre la seguridad jurídica de sus propiedades.

“Esos hogares podrían ver desvalorizadas sus propiedades. Quiero ver si los bancos estarán dispuestos a prestar a alguien para comprar en esos barrios. Aquí se están tomando decisiones que no pueden hacerse a las carreras”, añadió.

Ante la problemática, ¿Qué se espera desde Camacol?

Herrera dice que él no está en contra del ordenamiento ambiental, pero afirmó que debe hacerse con sustento técnico y no por decisión unilateral de un funcionario.

De esta manera, la resolución del Ministerio de Ambiente preocupa, pues podría frenar la ampliación de vías determinantes para Bogotá, afectando su movilidad.

Además, dijo que no hubo participación ciudadana en el proceso, y que Camacol fue ignorada. También cuestionó si la exministra Muhamad extralimitó sus funciones al afectar las competencias de los alcaldes. En últimas, Herrera recomendó retirar la resolución y reiniciar el proceso.

“Es evidente que 14 días de observaciones no van a resolver tres décadas de problemas acumulados en el ordenamiento de la Sabana”, concluyó Herrera.