Histórica búsqueda de personas desaparecidas en aguas del Pacífico colombiano
En aguas del puerto de Buenaventura, se adelantó por primera vez en Colombia y a nivel mundial, la búsqueda de cuerpos de personas dadas por desaparecidas en el marco del Conflicto Armado. El estero San Antonio y los manglares de difícil acceso en este Distrito del Valle se adelantó una busca sin precedentes.
Un equipo de buzos profesionales liderados por un antropólogo marítimo de la UBPD se sumergió en los lugares en los que el nivel del agua imposibilita el acceso caminando.
Piangüeras, pescadores, mayoras, sabedores y líderes de Buenaventura, aportaron sus conocimientos ancestrales del territorio, de la geografía y de las prácticas psico espirituales, para la búsqueda de los cuerpos arrojados al estero de San Antonio, en medio del conflicto armado en este Puerto sobre el mar Pacífico.
A través de labores subacuáticas adelantadas por buzos procedentes de Cartagena, se llevó a cabo la segunda búsqueda en esta zona del Pacífico colombiano, dando cumplimiento a lo solicitado por los peticionarios de la medida cautelar SAR IA 048 decretada por la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP.
A pesar de que en la búsqueda subacuática no se hallaron restos, en una zona de playón en el manglar se hallaron estructuras óseas, las cuales fueron remitidas al Instituto de Medicina Legal en Cali, para adelantar el proceso de identificación que podría demorar varios meses.
El abordaje en terreno se realizó por medio de dos técnicas. Por un lado, un equipo de buzos profesionales liderados por un antropólogo marítimo de la UBPD se sumergió en los lugares en los que el nivel del agua imposibilita el acceso caminando, a fin de realizar una verificación de las anomalías y determinar si lo identificado en la labor geofísica preliminar podría corresponder o no a un posible hallazgo.
Para identificar los lugares que debían ser intervenidos en el estero, el equipo técnico de la UBPD, utilizó lanchas equipadas con sonares y equipos topográficos a fin de determinar anomalías en el lecho marino que pudiesen estar relacionadas con cuerpos o elementos asociados a la desaparición de personas en razón del conflicto armado. Canecas, cuerdas o embarcaciones debían ser diferenciadas de basura o árboles comúnmente presentes en estas aguas.
En paralelo, otro equipo en tierra liderado por antropólogos y acompañado por mujeres piangüeras realizaron barridos manuales para intervenir zonas intermareales o playones. Después de 17 días de trabajo continuo, el fango dejó entrever estructuras óseas humanas que, respetando los acuerdos y saberes tradicionales, fueron recuperadas por encontrarse en riesgo de desaparición o destrucción debido a los cambios de marea y demás fenómenos presentes.
En este proceso de búsqueda, que se adelantó a finales del año 2024, participaron pescadores, que fueron claves para interpretar las aguas cambiantes del océano Pacífico, los recodos, los hileros, y para dar pautas sobre las formas y horas en las que era mejor trabajar.
Igualmente, las piangüeras, que, con sus técnicas de recolección manual de camarón, piangua y demás moluscos, guiaron al equipo técnico-forense en el ejercicio de rastreo de las áreas intermareales, es decir, playas fangosas que se crean cuando baja la marea.
Así mismo, los sabedores y las mayoras aportaron su conocimiento ancestral y, mediante la armonización del equipo en terreno, los rituales propios de su cultura y su cosmovisión, pidieron permiso y aseguraron el territorio antes de las jornadas de trabajo y al finalizar la misión.
Cabe destacar, que en esta búsqueda muchas de las personas que conforman el equipo comunitario son también familiares de personas desaparecidas: madres, hijas, sobrinas, hermanos o padres que buscan a sus seres queridos.
De un universo de 900 personas reportadas como desaparecidas en medio del conflicto armado en el puerto de Buenaventura, 37 han sido halladas en una intervención que desde el año 2021 se adelantan en el cementerio Jardines del Pacífico.