Playa Blanca Boyacá y retos tras su reapertura
El turismo en el lago de Tota no crece como se esperaba tras la reapertura de Playa Blanca. Cobros, informalidad y falta de permisos afectan la experiencia de los visitantes, señala el diputado Carlos Torres.
Después de la reapertura, el pasado 28 de julio, de Playa Blanca, las cosas no van también como se esperaba, ya que los turistas están siendo ahuyentados por varios factores, entre esos, los cambios para el ingreso al lago de Tota, como el cobro de la entrada al lugar.
El diputado Carlos Torres, quien fue alcalde del municipio de Aquitania, dice que no han notado un cambio significativo en el aumento de turistas. «… Pues la verdad, nosotros en el sector no hemos notado que haya un incremento de la ocupación y de los servicios o de la gente que venga a hacer uso de los servicios turísticos alrededor de la cuenca del lago. Considero que, Corpoboyacá, haber abierto ese sitio turístico sin los permisos, vuelvo y reitero, concesión de aguas, permiso de vertimientos y ocupación de cauce, es un predio de la autoridad ambiental sin permisos ambientales. Lo que ha hecho es limitar el acceso y ahora hay que inscribirse. Cobran $2.000 pesos la entrada porque ahora hay alguien ahí en la entrada, entonces eso ha hecho como más difícil para el turista ingresar, les da pereza y no llegan o pasan derecho. No hemos notado que realmente la apertura de playa blanca en las condiciones haya incrementado el turismo, o sea, tanto esperamos 4 años para que volviera a ser como antes, pero definitivamente no es lo mismo».
El diputado menciona que la ocupación anual en hoteles que tenían el municipio en el pasado era del 40%; sin embargo, esa ocupación no se ha incrementado a pesar de haber abierto Playa Blanca, sino que, por el contrario, los servicios informales se han incrementado.
«… La cantidad de prestadores de servicios informales, lo que hacen es, digamos, que el turista que viene con esa expectativa bonita al lago de tota, encuentre un servicio malo, entonces se van con una experiencia mala». Asegura Torres.
Sobre cómo mejorar la experiencia para los turistas de Playa Blanca, el diputado dice que, para prestar buenos servicios, hay que tener todo en orden. «… Que sea más ordenado, que realmente se presten los servicios, como que tenga todas las licencias ambientales y que lo administre una empresa que realmente no sea como politizar. Corpoboyacá pagó un contrato, creo, que de alrededor de $100 millones de pesos para poder contratar a ese prestador de servicios que se hiciera cargo de Playa Blanca, pero eso no fue sino un contrato más de unos dineros que se perdieron, es decir, hay algún detrimento patrimonial en ese contrato. Ahoritica no sé quién lo estarán administrando, si la misma Corporación o alguna asociación de turismo alrededor de Playa Blanca».
Sobre los permisos ambientales y controles para que los prestadores de servicios turísticos, Torres dice «… Que Copoboyacá, definitivamente, logre esas licencias de la ANLA, para que todo sea como antes. Yo sí creo que hace falta una entidad que se haga cargo, porque está la Secretaría de Salud que hace algunas auditorías a los hoteles, principalmente los que cuentan con todos los permisos para que cumplan con todas las normas de salud, principalmente ellos. Lo sé porque allá al negocio que nosotros tenemos familiar llegan seguido y para los que no cumpla, pero todos esos negocios pequeños que han venido apareciendo no creo que le hagan esa auditoría en la Secretaría de Salud, porque siguen existiendo y debería el municipio, la Cámara de Comercio y el Departamento de Boyacá, ponerse de acuerdo para que realmente funcionen como deben funcionar, que sean legales, por qué unos formales y muchos miles informales, eso le eso afecta mucho, digamos la imagen del lago de Tota»