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Argentina prohíbe que presos cambien de cárcel si modifican su identidad de género

El presidente Javier Milei aseguró que es una “estupidez” que los presos puedan gozar de condiciones más favorables por decir que se identifican como una mujer.

El presidente Javier Milei aseguró que es una “estupidez” que los presos puedan gozar de condiciones más favorables por decir que se identifican como una mujer. (Foto: Caracol Radio / Getty )

El presidente de Argentina, Javier Milei, anunció el fin del uso de la Ley de Género por parte de presos quienes argumentaban identificarse como mujeres con el objetivo de ser llevados a otras cárceles para tener condiciones mucho más favorables de detención.

Milei dijo que la decisión se tomó teniendo en cuenta que “en las últimas semanas se hicieron conocidos varios casos de delincuentes que, utilizando la Ley de Identidad de Género, pretendían argumentar que en realidad eran mujeres que debían estar en una cárcel de mujeres, ya sea para aprovechar de las mujeres reclusas o para continuar con los negociados, desde condiciones más laxas”.

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El mandatario dijo que con su gobierno “esta estupidez se termina. Vamos a prohibirlo, pues los delincuentes no van a poder solicitar un cambio de penal bajo el paraguas de la identidad de género. Y vamos a impulsar una iniciativa para que los sistemas penitenciarios provinciales puedan adherir”.

El caso más reciente de un preso cambiándose de prisión fue el de Ariel Cantero, conocido bajo el alias de ‘Guille’ y cabecilla de una banda de narcotráfico en la ciudad de Rosario. Este delincuente había interpuesto 10 pedidos de hábeas corpus para identificarse como bisexual y así poder recibir visitas de hombres en prisión.

A este caso se suman otros más como el de un hombre que había sido condenado por violencia de género pero que fue trasladado a una prisión femenina luego de que dijera ante la justicia que se autopercibía como mujer. Una vez fue llevado a la nueva prisión fue acusado de violar a otra presa.

“Sólo en un país cuyos valores han sido profundamente trastocados puede permitirse semejante barbaridad”, concluyó Milei.