Protestas en Bogotá por exigencias en implementación del Acuerdo de Paz generan bloqueos
El paso por la Carrera 7.ª con calle 33, bloqueado desde ayer por manifestantes de la UNP y organizaciones sociales, fue habilitado parcialmente tras la intervención del UNDMO
Colombia
La Alcaldía de Bogotá denunció que 26 camionetas de la Unidad Nacional de Protección (UNP) fueron utilizadas para bloquear la vía, señalando la presencia de personal armado entre los manifestantes. Según el Distrito, esto representaba un alto riesgo para la seguridad de los ciudadanos, especialmente porque en la protesta había niños.
“Desde la tarde de ayer solicitamos a la UNP retirar los vehículos y evitar la presencia de armas en la manifestación, pero no hubo respuesta”, informó un vocero de la Alcaldía.
Exigencias de los manifestantes
Por su parte, John Jairo Daza, integrante de la plataforma Somos Tierra, explicó que la movilización tenía como objetivo exigir el cumplimiento del Acuerdo de Paz, especialmente la Reforma Rural Integral. “Buscamos adjudicación, titulación y garantías para proyectos productivos de comunidades campesinas, étnicas, mujeres y firmantes de paz”, señaló.
Daza también justificó la presencia de las camionetas: “Son vehículos de esquemas colectivos e individuales de líderes sociales”.
Acuerdo y desbloqueo pacífico
El paso por la vía fue habilitado tras llegar a acuerdos con delegados del Ministerio del Interior y otras entidades. Los manifestantes aseguran que despejaron la vía “no por miedo, sino porque somos personas comprometidas con la paz”.
Entre los puntos acordados, según Daza, se incluyó garantizar condiciones dignas para quienes participaban en la movilización, incluyendo niños y adultos mayores.
Acusaciones de intimidación
Aunque no se registraron enfrentamientos, Daza acusó al Distrito de enviar al UNDMO de forma intimidante: “Creemos que persiste la política del enemigo interno, pero seguimos con el compromiso de la paz”.
La Alcaldía reiteró que la responsabilidad de garantizar la seguridad y evitar bloqueos recae sobre la UNP, que hasta ahora no ha emitido un pronunciamiento oficial.