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¿Quién es el responsable de un accidente: el conductor o propietario?

Tenga en cuenta las excepciones que aclara la Corte Suprema de Justicia sobre este tipo de responsabilidades en un accidente de tránsito

Persona recibiendo las llaves del carro de otra persona / Accidente de carro (Getty Images)

Cada día, ocurren decenas de accidentes y choques vehiculares en las calles y vías del mundo. Aunque en el último año las cifras de siniestralidad ha disminuido, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1.19 millones de personas fallecen anualmente por esta causa, lo que significa que estos accidentes representan la muerte de más de 3.200 personas al día.

Debido a la incidencia de muertes que se presentan en los accidentes de tráfico, algunas veces este tipo de siniestralidades suelen conllevar un proceso legal y otras veces judicial extenso en el que las autoridades analizan todos los puntos del caso para asegurarse de cuáles son las responsabilidades que hay en el accidente.

Lo anterior es muy importante en el proceso, puesto de ello depende quién será la persona que debe hacerse cargo de los pagos de indemnización y, en algunos casos, de las obligaciones penales que un juez determine, de acuerdo con las afectaciones y las víctimas. Ahora bien, una pregunta clave en este proceso es: ¿quién responde: el dueño del vehículo o la persona que lo conducía en el momento del accidente?

¿Quién es el responsable de un accidente: el conductor o el propietario?

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Para comenzar, hay que tener claro que todo lo relacionado con las normas y regulaciones en las vías del país se encuentra regulado a través del Código Nacional de Tránsito Terrestre, el cual se encuentra consignado en la Ley 769 del 2002.

De acuerdo con esta normativa, el accidente de tránsito es un evento generalmente involuntario, generado por al menos un vehículo que se encuentra en movimiento y que causa daños a personas o bienes. Ahora, si bien estas afectaciones deberían estar cubiertas una parte por el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), hay otra parte que debe ser pagada por el responsable principal del accidente.

Usualmente, al hablar de este responsable se piensa en el propietario del vehículo, pues esta persona debería ser la encargada de cuidar y hacerse responsable de lo que suceda con su bien. Según explica Julián Londoño, abogado y asesor jurídico, desde hace varios años la Corte Suprema de Justicia ha venido adoptando un concepto en su jurisprudencia en el que señala que el conductor desempeña el rol de ‘guardián del bien’ (en este caso, del vehículo).

“El propietario, como dueño de ese vehículo, tiene el poder de mando, de dirección y de control sobre ese bien que es de su propiedad”, indicó Londoño. Lo anterior significa que el propietario del carro tendría la obligación de supervisar que, con ese vehículo, no se cause ningún daño, ni se cometan delitos. Es entonces cuando el dueño se convierte en un responsable solidario en el proceso civil.

¿En qué casos el conductor deja de ser el responsable del accidente?

Como aclara igualmente la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, esta responsabilidad puede desvirtuarse en la medida que el conductor demuestre que transfirió a otra persona la tenencia del vehículo que tuvo el accidente. Esto aplica tanto para los casos en los que medie un arrendamiento, un préstamo (comodato) o cuando el vehículo haya sido despojado del propietario, como cuando es robado.

Teniendo en cuenta lo anterior, el propietario en estos casos no tendría que ser el responsable de los líos legales que pueda cometer otro conductor con su vehículo. Sin embargo, para demostrar esto se debe pasar por un proceso judicial especial, razón por la que deberá contratar asesoría y acompañamiento jurídico.

Para estar preparado a este tipo de situaciones y evitar altos costos de representación jurídica al momento de enfrentar procesos judiciales sorpresivos, una gran opción es suscribirse a programas de defensa como el que ofrece BAME. Esta es una firma de abogados especializados en defensas legales en procesos que tengan origen en accidentes de tránsito.

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