¿Qué fue lo que le pasó a Sergio Urrego?: Se cumplen diez años de su fallecimiento

La noche del 4 de agosto de 2014 ocurrió una tragedia de la que Bogotá y, posteriormente, al país fue testigo. Un joven que ha sido catalogado como brillante y que era estudiante de último grado de bachillerato terminó con su vida. Su decisión apareció tras experimentar discriminación y acoso en su colegio.

Sergio Urrego se convirtió en sinónimo de una importante lucha judicial y, hoy, diez años más tarde, es recordado. Su madre Alba Lucía Reyes logró que se hiciera justicia, pues sabía que detrás de la muerte de su hijo había varios nombres que generaron sufrimiento y argumentos para que el menor de edad tomara la decisión de quitarse la vida.

Sergio era uno de los estudiantes más destacados de su colegio. Estaba por graduarse del Gimnasio Castillo Campestre. Pero temía que la fecha de su graduación nunca llegara y que el futuro que tanto anhelaba nunca apareciera.

¿Quién era Sergio Urrego?

El joven estudiante se destacaba no solo por sus calificaciones, sino por ser un apasionado por la lectura. Para la corta edad de 16 años había leído, al menos, unos 250 libros. Su inteligencia lo hacía bastante crítico sobre su entorno, le gustaba escribir, y escuchar rock. Se encontraba cursando último grado escolar y soñaba con viajar a Australia a estudiar.

Su personalidad provocaba que reflexionara sobre su entorno y no solo lo reflejara en sus textos, sino que también lo expresara. Sergio fue bastante crítico con su colegio, un lugar en el que debía sentirse seguro, pero que se convirtió en una pesadilla. Antes de fallecer se quejó por el precio de unos uniformes y esto lo clasificó como un estudiante rebelde.

Pero, además, Sergio era ateo, anarquista y gay. Eso último parecía ser su más grande error. En su colegio fue bastante cuestionado por su homosexualidad.

¿Qué fue lo que le pasó a Sergio Urrego?

Sergio vivió una pesadilla las últimas semanas de su vida. Intensos dolores de cabeza comenzaron a aparecer. Sus padres conocían la tristeza por la que el joven pasaba. Su amor y apoyo rodearon su vida, pero Sergio enfrentó situaciones que no soportó.

Todo comenzó luego de que el joven cumplió el reto que una amiga le había colocado. Tuvo que besarse con Danilo Pinzón, el chico del que en secreto estaba enamorado. Durante el beso su amiga decidió tomar una fotografía con su celular. Poco después, un profesor se percató de lo que sucedía y ambos jóvenes tuvieron que visitar a la psicóloga escolar para aclarar porqué dos hombres se habían besado.

La psicóloga Ivon Andrea Cheque Acosta les exigió a ambos jóvenes confesar su orientación sexual. Asimismo, les solicitó conversar el tema con sus padres y hacer que su relación fuera pública. El beso entre Sergio y Danilo fue calificado por el Gimnasio Castillo Campestre como un “gesto obsceno”. Los padres de Sergio, Alba y Roberto, lo escucharon y su decisión fue brindarle apoyo.

Mientras tanto, los padres de Danilo tuvieron que visitar el colegio. Allí, la rectora Amanda Azuzena Castillo les expresó su preocupación y les indicó que de no denunciar a Sergio por abuso, Danilo no tendría grado.

Fue entonces cuando los dolores de cabeza causados por la preocupación de Sergio aparecieron. Los padres en apoyo a su hijo interpusieron una denuncia ante la Secretaría de Bogotá en el mes de julio de aquel 2014.

El 3 de agosto Sergio, como cientos de jóvenes, presentó el Icfes, el examen que le permitiría ingresar a cualquier universidad del país, ya que fue admitido en Ser Pilo Paga. A su vez, logró ser el mejor puntaje de su colegio y con su rendimiento conquistó el puesto 10 de Colombia. Sin embargo, ese notable desempeño y su esfuerzo se vio opacado un día después.

El lunes 4 de agosto Sergio conversó con su madre minutos antes de fallecer. Su conversación fue por teléfono, pues su mamá estaba en el Aeropuerto de Cali esperando que su avión despegara hacia Bogotá. Él le expresó que deseaba descansar y que no deseaba más esos dolores de cabeza.

Tras finalizar la conversación con su madre, Sergio decidió saltar desde la plazoleta que está ubicada en el Centro Comercial Titán Plaza. El joven fue llevado a urgencias a la clínica Shaio, pero su cuerpo no resistió.

Justicia para Sergio Urrego:

Alba Lucía emprendió una lucha judicial contra el colegio. Pese a que en un principio no se tomó muy en serio su caso, logró que en América Latina se emitiera por primera vez una condena relacionada con discriminación sobre orientación sexual diversa. La madre duró siete años esperando justicia, pero logró demostrar que su hijo sufrió por parte de la rectoría y funcionarios de homofobia.

La confesión de Danilo ante la justicia ayudó a concluir la sentencia, pues confesó que en ningún momento le había comentado a sus padres que Sergio lo había acosado. “Jamás les dije a mis padres que fui víctima de acoso sexual por parte de Sergio Urrego o alguien más y jamás presenté alguna prueba sobre esos hechos. Las palabras de acoso sexual vinieron a entrar al panorama, tiempo después, en un derecho de petición que fue entregado por la rectora a mis padres para que ellos radicaran y poder continuar con mi proceso de escolarización”.

Así las cosas, la rectora del Gimnasio Castillo Campestre Amanda Azucena Castillo tuvo una condena de 10 años, que luego se redujeron a ocho años y ocho meses por discriminación, la cual es única en el continente.

Al mismo tiempo en que Alba Lucía enfrentaba esta lucha judicial, consolidó una fundación en honor a su hijo. Con ella busca ayudar a quienes han pasado por discriminación y tienen pensamientos suicidas.